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Unas 5.000 familias dependen económicamente en forma directa de las industrias que operan en Juan Eulogio Estigarribia y otras 15.000 reciben beneficios indirectos, de acuerdo a datos que maneja la Municipalidad de la localidad. Es el resultado del constante trabajo principalmente de los colonos menonitas descendientes de alemanes-canadienses.
Desde la llegada de los menonitas a la zona comenzaron a transformar la economía de ese sector del quinto departamento, según los datos históricos.
Los menonitas comenzaron con la explotación maderera, luego incursionaron en la agricultura y la industria, con los que construyeron un emporio. En la zona existen cultivos extensivos de trigo, soja, maíz, girasol y otros, que son comercializados en el mercado nacional e internacional.
El importante movimiento económico que se registra en la localidad representa un atractivo para reconocidas firmas nacionales e internacionales, como las financieras y bancos, casas de electrodomésticos, supermercados, empresas representantes de repuestos de vehículos y máquinas agrícolas, lujosos restaurantes, así como pequeños puestos de comercios y comida rápida.
Impacto de la pandemia
El presidente de la Asociación de Productores Agro Ganaderos para la Cooperación y Desarrollo, Diedrich Hildebrand, mencionó que la pandemia causó la paralización de algunos sectores, pero que por fortuna el impacto no fue tan perjudicial para las industrias. Indicó que incluso las plantas de lácteos, balanceados y las metalúrgica están registrando un interesante crecimiento en vista de que el sector agroindustrial siguió funcionando por la necesidad de proveer alimentos.
Hildebrand señaló que el sustento de la economía de nuestro país está en el campo donde se observa un importante desarrollo con beneficios para el futuro. Aseguró que una muestra del avance social que genera la producción en agrícola y afines es la cifra que se inyecta mensualmente al distrito de Juan Eulogio Estigarribia, que ronda más de los G. 20.000 millones solo en concepto de salarios.
Por otro lado, en las pequeñas fincas de las zonas periféricas, la producción frutihortícola es constante. Los pequeños productores cuentan con plantaciones de mandioca, tomate, locote, cebolla y otros. Todos son comercializados en el casco urbano del distrito.
El trabajo en los diversos sectores y niveles hace que el desarrollo económico de la localidad avance sin pausa y a pasos de gigante.