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El mayor desafío del sector metalúrgico es competir con los productos importados de China, Argentina y Brasil, expresa Waldemar Williams, propietario de Metalúrgica Wilko. Además, considera que es imperante frenar el contrabando que golpea a las industrias locales, que son sus clientes.
La empresa ofrece servicios de fundición en hierro, acero, aluminio y bronce; además de tornería industrial, tanto para las industrias azucareras, aceiteras, alcoholeras y algodoneras como de cerámicas, navieras e hidroeléctricas. “Se realizan piezas fundidas en hierro, bronce, acero y piezas fundidas en aluminio para fabricación de pararrayos, principalmente”, cuenta.
Acerca del momento que viven las metalúrgicas a causa de la pandemia, Williams señaló que esta situación impactó porque los trabajos mermaron en un 50%, dado que las empresas se vieron afectadas y disminuyeron sus pedidos a causa de eso.
¿Cómo lo están superando? “Adaptándonos a las posibilidades de nuestros clientes. De esa manera damos una mano a la industria nacional, para juntos superar este momento difícil, pues dependemos unos de otros”, asegura el empresario.
Sobre las principales inquietudes que tiene el sector en el que se maneja, resalta la informalidad. “Las empresas de oficina que solo traen repuestos importados, mismos que pueden ser fabricados localmente; y así quitan trabajo a la mano de obra nacional. La falta de compromiso real de parte del Gobierno para proteger la industrial paraguaya, se queda en discursos que no se aplican”, cuestiona.