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Oriunda de Caacupé, Doña Feliciana, con canasta en mano, abordaba el tren en Ypacaraí rumbo a Asunción, consolidando su presencia en el mercado capitalino con su inigualable sabor.
Con el tiempo, Doña Feliciana decidió asentarse definitivamente en la capital y adquirió un predio en el Mercado Municipal N° 4, que hasta hoy sigue siendo la casa central de la empresa.
Junto con sus hijas, consolidó su marca y, en 1980, Hijas de Feliciana de Fariña SRL tomó las riendas del negocio, expandiendo su legado con sucursales como la primera en el Shopping Mariscal.
Más allá de la chipa, uniendo innovación con tradición
Si bien la chipa tradicional sigue siendo el pilar de la empresa, la producción se amplió con otras delicias, perfectas para el tradicional tereré rupa.
Entre sus especialidades más vendidas destacan la chipa almidón y la chipa so’o, con una producción de aproximadamente 12.000 chipas frescas diarias, sin contar la temporada alta.
El nacimiento de la chipa pirú
Uno de los hitos más importantes en la historia de la empresa fue la creación de la chipa pirú, también conocida como chipita.
Este innovador producto nació gracias a un pedido especial de la esposa del mariscal Estigarribia, quien buscaba una versión más pequeña y crocante de la chipa tradicional para servir a la hora del té.
Doña Feliciana adaptó la receta, logrando un manjar que hoy es distribuido en todo el país y en el extranjero.
Compromiso con la calidad y la tradición
Hijas de Feliciana de Fariña SRL mantiene intacta la esencia de su fundadora, asegurando que cada producto elaborado cumpla con los más altos estándares de calidad.
Su misión es clara, como garantizar que cada chipa producida cumpla con los estándares de calidad, utilizando ingredientes frescos y tradicionales para mantener el auténtico sabor paraguayo.
Escuchar y responder a las necesidades y preferencias de los clientes, asegurando que cada interacción con la marca sea positiva y satisfactoria.
Igualmente, su misión es contribuir al desarrollo de la comunidad local.
Preservar y promover la cultura y el patrimonio paraguayo a través de la producción de chipas, actuando como embajadores de la tradición culinaria del país.
