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ITAUGUÁ (Higinio R. Ruiz Díaz, corresponsal). El párroco local, presbítero Andrés Cardozo, señaló que la comunidad se muestra fortalecida gracias a la existencia de un buen número de familias que aún inculcan y practican valores cristianos. Dijo que muchos jóvenes respetan a sus mayores y en especial a sus padres.
El religioso, que está al frente de la parroquia desde hace 20 años, comentó que el acompañamiento de las familias permite que este año más de 2.500 jóvenes se preparen para recibir el sacramento de la confirmación.
“Tenemos aún familias tradicionales en la ciudad. Los padres enseñan a sus hijos valores morales y espirituales, fortaleciendo la buena convivencia entre los hermanos en todas las comunidades”, expresó.
Resaltó que los jóvenes se acercan con mucho entusiasmo a la parroquia y colaboran con los trabajos pastorales. Además, organizan actividades periódicamente y no se dejan dominar por los antivalores y las adicciones.
“Esto es un signo de que están recibiendo una buena formación en sus casas”, dijo el presbítero Cardozo.
Por otro lado, el párroco reconoció que a la par de la buena cantidad de jóvenes involucrados en la parroquia existe otro gran número que, lastimosamente, está sumergido en el mundo de la drogadicción. Apeló por un mayor control de parte de las autoridades correspondientes para poder erradicar este flagelo, antes de que contamine a toda la comunidad juvenil.
Se refirió a la urgente necesidad de unir fuerzas de los sectores de la sociedad para poder asistir a los afectados por el flagelo de las adicciones y a las familias para poder sanear la ciudad y no permitir el avance este mal.
Festejos centrales
Las actividades centrales en honor de la patrona espiritual de la comunidad tuvieron lugar el domingo 2 de octubre. La celebración religiosa fue presidida por el obispo de la diócesis de San Lorenzo, monseñor Joaquín Robledo.
Luego de la misa se realizó la tradicional procesión de la imagen por las calles del microcentro de la ciudad.