El Chaco que soñaron las cooperativas: innovación, trabajo y crecimiento

Hace 14 años, las cooperativas del Chaco Central soñaron con un desarrollo integral que uniera agricultura, ganadería e industria. Hoy, esa visión se concreta con la inauguración de una planta aceitera, marcando un hito histórico en la región.

Gustav Sawatzky Toews, director titular de Bancop SA.
Gustav Sawatzky Toews, director titular de Bancop SA.Iván Acevedo

Gustav Sawatzky Toews, director titular de Bancop SA, recuerda que el proyecto nació de un consenso difícil, pero necesario.

“Al inicio hubo muchas discrepancias, pero entre cooperativas siempre hay que llegar a un denominador común. Finalmente se decidió avanzar primero con exposiciones agropecuarias y la creación de un centro de investigación en agricultura y ganadería. Eso nos dio la base para llegar hoy a la industria aceitera”, explica.

De la idea al presente

La decisión de apostar por una aceitera se tomó hace dos años y medio, luego de evaluar la posibilidad de instalar una planta de etanol. Sin embargo, el avance de la soja en el Chaco inclinó la balanza. “Fue una excelente decisión”, afirma Sawatzky, destacando que la integración cooperativa fue clave: las entidades mantienen el 51% de los votos y el sector empresarial un 49%.

Actualmente, la planta ya registra 140.000 toneladas procesadas, con capacidad para 250.000 toneladas anuales, y las proyecciones apuntan a un crecimiento sostenido en los próximos años. “Tuvimos una muy buena cosecha y el potencial agrícola del Chaco es enorme. Hoy hablamos de 350.000 hectáreas, pero a mediano plazo podrían superar el millón”, señala el directivo.

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Impacto regional

El proyecto no solo fortalece a la agricultura, sino también a la ganadería. Con más de siete millones de cabezas de ganado, más de la mitad del hato nacional ya se encuentra en el Chaco. La integración de ambos sectores promete un desarrollo exponencial.

“El impacto no se mide solo en capital invertido, sino en desarrollo humano. Se generan empleos directos e indirectos, se fortalece la economía regional y se impulsa a las familias. Este modelo abarca a todo el Chaco Central”, enfatiza Sawatzky.

Un modelo sostenible

Para el director de Bancop, la clave está en la sostenibilidad: “Tenemos casi 100 años de experiencia y demostramos que con un buen cuidado de la naturaleza se pueden lograr grandes cosas. El Chaco tiene un potencial inmenso y apenas se ha desarrollado una parte”.

La ubicación estratégica, en el corredor de la futura ruta Bioceánica, da al proyecto un valor geopolítico adicional, que refuerza su proyección internacional. “Esto no solo es central para el Chaco paraguayo, sino también para el Chaco sudamericano”, asegura.

En un contexto en el que el Paraguay busca diversificar su economía y fortalecer su presencia agroindustrial, la iniciativa cooperativa representa un modelo de cómo la visión de largo plazo, la unidad y la inversión estratégica pueden transformar regiones enteras.

“Este sueño acariciado por décadas hoy es realidad. Y lo más importante es que se construye con un horizonte de sostenibilidad económica, social y ambiental”

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