Cargando...
El escritor y sociólogo Miguel Ángel Méndez Pereira (9 de enero de 1975 - 11 de enero del 2020) nació y murió en Asunción, donde fue uno de los gestores del extinto centro cultural alternativo (o, como él decía, «bar, aguantadero de artistas disconformes, lupanar de mala muerte de la cultura under de fines del siglo XX») Espacio Sajonia XXI, de la editorial (creada «para difundir arte y conocimiento del modo más barato y ecológico posible» en 1999) El Ombligo del Mundo, del movimiento Generación de los 90 y del Colectivo Rafael Barrett. Además de publicar artículos en su blog elriodeheraclito.wordpress.com, escribió con regularidad en el semanario gratuito El Yakaré (2000-2005), en el periódico E’a y en El Suplemento Cultural, donde aparecen aún columnas del rico acervo que con ese expreso deseo nos entregó antes de fallecer. Ganó el Premio de Poesía Rubén Bareiro Saguier 2009 con el libro Guarania del Llanto, publicado por Felicita Cartonera al año siguiente (2010). Algunos libros suyos editados por El Ombligo del Mundo son En el barrio donde todo sale mal (2002), Allaité (2003) y Todos somos de gua’u (2004), entre otros. Tiene además en su producción cedés como Fe de ratas (poemas con varios artistas, La Komarca / Ombligo de la Pachamama, 2006) o Guarania del llanto (2017), y materiales audiovisuales como el clip musical Carpe Diem, con el grupo homónimo de rock progresivo paraguayo (2009), o el clip poético musical En el barrio donde todo sale mal (2010).
En este espacio lo despedimos brevemente en su momento con unas apenadas y desconcertadas líneas: «Para Miguel». Hoy, a un año de su partida, le dedicamos un número especial de El Suplemento Cultural, el Dossier Miguel Méndez. Su camarada de experimentos literarios y sociales, políticos y poéticos, etílicos y culturales, el narrador y periodista Sr. X. Vidriero hace la crónica de un tiempo cuyas aventuras nunca terminarán en el artículo «Ecos de piedritas en un río». El escritor Carlos Bazzano comenta la última obra literaria de Miguel, póstumamente publicada, Hotel murió / (S)obras completas, un poemario, nos dice, que «bajo ningún sentido es un objeto de consumo», en el artículo «Ya vuela el colibrí». Y, finalmente, la poeta y filósofa Montserrat Álvarez evoca sus años de amistad con Miguel en el artículo «Amarcord».
Compañero de aventuras, Miguel trajo al Tío Gervasio a habitar estas páginas cuando inventó para El Suplemento Cultural la columna Cine, Filosofía y Ciencias Sociales, de intención modesta y subversiva: sembrar de modo ligero y ameno cuestionamientos a las instituciones, a lo normalizado, al «sentido común». Hoy tres outsiders del establishment literario local, como él, escriben sobre este eterno forastero del sistema. Sus dos últimos poemarios, Hotel Murió y (S)obras completas, editados digitalmente y difundidos por él en diciembre del 2019, fueron impresos en un solo volumen después de su muerte. Queremos compartir con los lectores dos poemas de ese libro póstumo.
Hoja de vida
No figurar en las estadísticas
ni en las planillas
no ser madre
ni hija
ni esposa.
Caminar entre la multitud
sin ser vista
ni por el banquero
ni por las secretarias
ni por los comerciantes…
…pasar entre la gente de la urbe sin ser siquiera olida
en los buses no pagar pasaje
pasar de largo de la radio y la tevé.
Con una boca de invisibles dientes
masticar el pan de la eternidad
encontrado en cualquier lugar
mientras tanto
{ murmurar }
canciones que nadie oirá.
Cualquier vereda
un hogar
cualquier camino
el destino
los rayos del sol
luego de lluvias de enero
un lujo.
A la noche
cuando duerma la ciudad
con transparentes manos
pintar incoloros arcoíris
en los muros de
una invisible
humanidad.
(De Hotel murió, 2019.)
Cuando ya todo sea vano en tu agenda…
…y no te queden más números que whatsapear
yo estaré detrás de estas letras
esperando para hablar.
No me escribas en la pared
esta noche por favor no
todos tenemos derecho a sonreír
aun los huérfanos del amor.
Un policía silba una cumbia
una prostituta se arregla las ligas
¡¿qué hacés rubia?!
gritan desde un auto en una larga fila.
Todos los pecados están permitidos
después de las 22 o’clock
vos sabés que sin ti estoy perdido
vos sabés que sin ti no soy yo.
Cuando ya todo sea vano en tu agenda
tirame dos besos al pasar
ayer fui un adulto en guerra
hoy soy un niño sin disfraz.
Cuando ya no queden estatuas de sal
no te olvides de mirar atrás
quizá yo ya no esté a tu lado
y podrás volver a volar.
(De (S)obras completas, 2019.)