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Como sin duda nuestros lectores saben, los infrarrealistas –los «infras», les llamaban– surgieron como un grupo de jóvenes escritores que se rebelaba contra una tradición poética y contra un sistema de prestigio y poder cultural que consideraban asociado a dicha tradición adoptando una posición abierta y ruidosamente crítica frente al panorama literario de su tiempo.
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Se cree que los infrarrealistas tomaron su nombre de los «soles negros» o «infrasoles» –cuerpos oscuros que en su interior generan luz propia, aunque esta no pueda o no quiera ser vista desde el exterior– que el ruso Georgij Gurevich imaginó en su cuento «La infra del dragón», publicado en 1968 en castellano en la antología Lo mejor de la ciencia ficción rusa, de Editorial Bruguera.

El infrarrealismo fue fundado oficialmente en 1975 por el escritor chileno Roberto Bolaño (1953 - 2003), el poeta mexicano Mario Santiago Papasquiaro (seudónimo de José Alfredo Cendejas, 1953 - 1998) y el poeta chileno Bruno Montané Krebs en la casa de este último, en el número 17 de la avenida Argentina, México D. F.
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Bruno Montané Krebs nació en Valparaíso en 1957, hijo del historiador, geógrafo y arqueólogo Julio César Montané Martí (Chile, 1927 - México, 2013), uno de los pioneros de la arqueología en Chile, y la artista plástica Helga Krebs Schmidt (Alemania, 1928 - México, 2010). Helga y Julio dejaron Chile con sus hijos Bruno y Álvaro después del golpe de Estado de Pinochet contra el gobierno de Salvador Allende y llegaron a México en 1974.

En México, Helga Krebs prosiguió su trabajo artístico y Julio Montané se integró al Instituto Nacional de Antropología e Historia de Sonora, del que llegaría a ser director. De los títulos que integran el legado de Julio Montané, cabe mencionar Elementos precerámicos de Cahuil (1960), Los primeros pobladores de Chile (1967), Marxismo y arqueología (1980) y Atlas de Sonora (1993). El Atlas fue utilizado por uno de los jóvenes infrarrealistas amigos de su hijo Bruno para describir algunas partes de México en su novela Los detectives salvajes (1998). Novela en la cual el infrarrealismo aparece con el nombre de «realvisceralismo», como el propio Bruno inspira el personaje de Felipe Müller. La novela fue galardonada con el Premio Herralde el mismo año de su publicación y con el Premio Rómulo Gallegos al año siguiente. Por su parte, Julio Montané le inspiraría a Roberto Bolaño el personaje de Amalfitano en 2666 (2004).
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Los sobrenombres «infrarrealista» y «detective salvaje» del título de esta breve introducción son alusiones a toda esta rica historia personal y literaria de Bruno Montané, que parece inseparable ya de su obra y figura. Bruno Montané Krebs ha publicado, entre otros, los poemarios El maletín de Stevenson (1979-1981), El cielo de los topos (1987-1995) y Mapas de bolsillo (2013). Desde 1976 está radicado en Barcelona. Allí, en el Bar La Principal, conversó con nuestro corresponsal Gian P. Codarlupo en exclusiva para nuestros lectores, que encontrarán la entrevista en la edición de hoy del Suplemento Cultural de ABC Color.
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