El Duque de Burgundy

Un espacio de encuentro y diálogo entre la producción cinematográfica y la realidad social.

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–Desde la microfísica del poder de Foucault sabemos que la familia y la pareja son ámbitos donde también se establecen relaciones de poder y, con estas, de dominación, sumisión y humillación entre sus miembros –me dice el Tío Gervasio al terminar de visionar esta peli.

–Ummm, más o menos… –le contesto.

–¿Qué no entendiste? –me responde él a su vez.

–Muchas cosas –le digo, sorbiendo de mi taza de té.

–¿La primera? –retruca, y agrega:– Está rico el té de guayusa, ¿no?

–Sí, la guayusa entra toíto. Lo primero que no entiendo es qué quiere decir microfísica del poder –le confieso.

–Y… ¿sabes lo que es el poder? –me vuelve a interrogar él, rascándose la barba cana.

–Claro que sé, es lo que ejerce el Estado sobre lxs ciudadanxs –le respondo claramente, no me va a venir a joder a mí así como así nomás.

–Ummm, «lo que ejerce el Estado sobre lxs ciudadanxs» también, pero te cuento algo... –me responde, acomodándose el gorro de pescador.

–¿Qué? –es lo único que alcanzo a responderle ya, casi hastiado de tanta duda metódica.

Para Foucault, el poder no es –me dice, y sorbe té de su taza.

–Ummm, entonces cada vez entiendo menos –termino de rendir mis exiguos conocimientos al respecto.

El Duque de Burgundy
El Duque de Burgundy

–Para este autor, el poder no está representado en una estructura solamente –me explica, pacientemente, él.

–Sigo sin entender, ¿«el poder no es»?

–Exacto, el poder no se configura en una estructura solamente, sino que al interior de la sociedad se va tejiendo desde nuestra más tierna infancia en una maraña de roles que se ejercen de diferente manera y que adquieren diferentes formas y funciones –dice, y se detiene un rato en su exposición para preguntarme:– ¿Me vas siguiendo?

–Ummmm, maso, pero… entonces, ¿cómo define el franchute ese el poder? –le contesto.

–Él dice que el poder no es, sino que se ejerce en ese retículo social de roles y funciones que te contaba recién y que va circulando por él…

–Ah, ahora sí… ¿cómo era que era?

–El poder no es, circula entre los seres humanos que componemos la sociedad, razón por la cual es necesario siempre ser conscientes de esto; muchas veces condenamos la violencia del aparato estatal pero solapamos múltiples formas de violencia cotidiana en nuestras comunidades, en nuestras familias… En fin, lo que te quiero decir es que sólo siendo conscientes de ello como personas podemos evitar excesos de poder y crueldades cuando nos toca ejercer ese poder, ya en la familia con nuestrxs hijxs, ya en el trabajo con nuestros subalternxs, etc., etc., etc... –termina finalmente su larga exposición.

–Aaaaah, ¡ahora ya cacé todo! Pero tío, ¿eso qué tiene que ver con esta peli?

–Esta es una película de Peter Strickland en la cual una pareja de mujeres sadomasoquistas pareciera invitarnos a discutir los roles de poder que se ejercen al interior de una pareja.

El Duque de Burgundy
El Duque de Burgundy

–¡Ah, claro! En la pareja también se dan conflictos de poder, así como entre el Estado y la ciudadanía, como en la familia y en nuestros trabajos, como vos decías hace rato; sabés qué, ahora que lo decís ya entendí toda la peli… –concluyo finalmente, pero aún no me cierra lo que le había preguntado al principio y le repito mi inquietud:– Pero tío, ¿qué lo qué significa «microfísica del poder»?

–Ah, claro, mirá, las ciencias sociales emergen procurando encontrar leyes de funcionamiento en la sociedad, así como en la naturaleza, por lo cual cuál en sus orígenes integraron un cuerpo de conocimientos llamado Física Social, y lo que el franchute, como lo llamás vos, hace es recuperar esa antigua nomenclatura de estudio de los fenómenos sociales para poner la lupa en las relaciones sociales micro: la comunidad, la familia, los hospitales, los neuropsiquiátricos, ya no solamente la «macro» relación social entre sociedad y estado, que era lo tradicional en su época –por un momento hace una pausa y vuelve a sorber de su taza de té.

–Ah, yap, claro: a diferencia de la macro-física, la micro-física; ahora sí, ¡gracias tío!

–Tranki, de nada. ¿Te fijaste en que es densita pero no tiene escenas de sexo explícito ni desnudo alguno? –me responde.

–Le acabamos de aguar el morbo a algunx –me río.

–Lo siento, solo quería decir algo más –se sonríe.

–¿Qué? –le consulto.

No es para cualquiera, por los temas que aborda y cómo los aborda –me dice, parándose para estirar las piernas.

–Vos sabés que si me no me lo decías no me iba a dar cuenta –le manifiesto con una sonrisa sarcástica.

–Para un fin de semana hermosamente retorcido con la tía –ahora él es el que se sonríe.

–¡Que Foucault te escuche! –complemento su pensamiento–. ¿Nos vemos abajo?

–Clarinetes, cierro y voy.

Ficha Técnica

Título: The Duke of Burgundy

Género: Drama

País: Reino Unido

Año: 2014

Dirección: Peter Strickland

Reparto: Sidse Babett Knudsen, Chiara D’Anna Monica Swinn, Eugenia Caruso, Fatma Mohamed, Kata Bartsch, Eszter Tompa, Zita Kraszkó

Música: Cat’s Eyes

Fotografía: Nicholas D. Knowland

Guión: Peter Strickland

Producción: Andy Starke

Duración: 104 min.

miguelmendezpereira1975@gmail.com

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