29 de mayo de 2025
El Banco Central del Paraguay (BCP) actualizó hace días uno de sus indicadores. Se trata del Índice de Precios del Productor (IPP), que contará con un nuevo año base y la canasta se incrementó a 460 productos. Se trata del indicador que mide mensualmente la variación de los precios de bienes producidos y vendidos por los productores de un país, en el primer canal de distribución. Este índice permite conocer si los precios de los bienes que se generan en una economía están subiendo o bajando, actuando también como indicador de la evolución de inflación.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), durante los primeros cuatro meses de este año el Estado paraguayo transfirió en total G. 21,1 billones, lo que representa una cifra significativa en términos de ejecución presupuestaria en este primer tercio del año. Estas transferencias se realizaron para cubrir diversas obligaciones, destacándose en particular las destinadas a jubilaciones, pensiones y remuneraciones, que mantienen el mayor peso dentro de la estructura del gasto público.
La exclusión de cobertura implica una posición del asegurador en la que explícitamente expresa su decisión de no tomar a su cargo o no cubrir las consecuencias de un determinado riesgo. Considera así determinados eventos como excluyentes del contrato y que el asegurador advierte durante la celebración, generalmente en la propuesta del seguro y lo expone luego más detalladamente en la póliza.
Al cierre de abril último, la inflación mensual fue del 0,4%, con lo cual la variación acumulada hasta el primer cuatrimestre del año ya se ubicó en un 3%, mientras que la variación interanual llegó al 4%. En el contexto actual y con estos resultados al cuarto mes del año, los economistas estiman que será difícil llegar a la meta del 3,5% establecida por el Banco Central del Paraguay (BCP), por lo menos para este periodo.
Las reglas económicas del comercio internacional están cambiando y esto tendrá un sutil pero profundo impacto en la economía paraguaya. Para adaptarse a este nuevo escenario, el Paraguay debe responder con una estrategia inteligente y audaz. Aunque el presente y anteriores gobiernos han encarado muchas de las medidas propuestas a continuación, darle un enfoque comprensivo y un sentido de mayor urgencia a una estrategia sustentada en un amplio consenso nacional generará grandes beneficios al país.