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En el marco del Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alentó al mundo a “invertir en las mujeres, acelerar el progreso como la mejor manera de impulsar el crecimiento económico y construir sociedades más prósperas e igualitarias”.
Lo anterior, al considerar algunas estadísticas compartidas por el organismo y que deben ser urgentemente revertidas. De acuerdo con la ONU, 1 de cada 10 mujeres en el mundo vive en pobreza extrema. De hecho, el número de mujeres y niñas que viven en zonas afectadas por conflictos se ha duplicado desde 2017. Existen más de 614 millones de mujeres y niñas que habitan en zonas afectadas por conflictos y donde tienen 7,7 veces más probabilidades de vivir en la pobreza extrema.
Las estimaciones para el año 2030 dan cuenta que el cambio climático hará que 236 millones más de mujeres y niñas pasen hambre, es decir, el doble que los hombres (131 millones).
En cuanto al mercado laboral, el 61% de las mujeres se encuentran laborando frente al 90% de los hombres.
Para la ONU, alrededor de 100 millones de mujeres y niñas podrían salir de la pobreza si los gobiernos priorizaran la educación y la planificación familiar, salarios justos e igualitarios y ampliaran los beneficios sociales. No obstante, los programas destinados a la igualdad de género representan el 4% de la asistencia oficial para el desarrollo cuando se precisan US$ 360.000 millones adicionales por año en los países en desarrollo para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
Además, se podrían crear casi 300 millones de puestos de trabajo para el 2035 mediante inversiones en el sector de los cuidados, como la provisión de guarderías y cuidados para personas mayores. Cerrar las brechas de género en el empleo significaría un incremento del 20% del Producto Interno Bruto en todas las regiones.
En América Latina y el Caribe, los datos son igualmente alarmantes. Conforme con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), de entre 25 y 35 años tienen 7 puntos porcentuales más probabilidades de ser pobres con relación a los hombres. Así también, los hogares en los que una mujer cría sola a sus hijos son 2 veces más propensos a ser pobres que el hogar promedio. En este punto, ganan, en promedio, US$ 8,4 al día frente a US$ 14,9 de lo registrado en la región.
En lo que respecta a los datos laborales, CEPAL precisa que el 68% de las mujeres es parte de la fuerza laboral cuando los hombres representan al 93%. Además, el 47% de las mujeres que trabajan lo hacen en el sector informal y el 36% a tiempo parcial. Los hombres llegan al 16%.
¿Qué muestran las estadísticas con respecto a la presencia de las mujeres en el mercado laboral? ¿Qué desafíos enfrentan? En esta edición se presentan y analizan éstas y otras aristas.