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Esbozó una posible explicación: el costo financiero de las mipymes, principales generadoras de empleo en el país, se encontraría en torno al 80% y 100% anual. A esta estimación, desde el sistema bancario se respondió con un llamado a la cautela.
En Paraguay, el 62,1% de la población ocupada trabaja en microempresas y el 10%, en pequeñas empresas, según registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) al primer trimestre de 2024. Estos datos confirman la posición del sector mipymes como principal empleador en el país y podrían explicar el origen de la reiterada queja de que la estabilidad macroeconómica no permea hacia las condiciones de vida que se reflejan en el dinamismo microeconómico.
Resulta que, si bien la inflación logró ser controlada como consecuencia de ya más de una década de política monetaria clara y ordenada, el costo financiero de las mipymes sigue siendo “muy alto”, en palabras del propio presidente Santiago Peña.
El primer mandatario se refirió a esta situación entre los principales obstáculos para avanzar hacia un mayor bienestar social y, entre las posibles soluciones, se limitó a mencionar las herramientas que ofrecen las instituciones financieras públicas: el Banco Nacional de Fomento (BNF) y el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH).
“El sector que más genera empleo, que son las pymes, es el que tiene acceso a costos financieros muy altos. Hicimos una parte del trabajo, que es bajar la inflación, bajamos el costo del dinero, ahora el problema es que la estructura de mercado no permite que ese beneficio llegue a una pyme”, expresó Peña en una entrevista brindada en ocasión de la llegada de una reconocida franquicia periodística al Paraguay.
El jefe de Estado se remontó a su trabajo como economista, tanto en el Estado como en el sistema bancario privado, para advertir que el costo financiero de las mipymes hoy en día se encuentra en torno al 80% y 100% anual.
De ser así, esto podría significar que, por ejemplo, las micro y pequeñas empresas deben destinar prácticamente todos los ingresos producidos en el año a pagar las deudas con las cuales se sostuvo su actividad, lo que deja un espacio casi nulo para ampliar el negocio, contratar más trabajadores y/u ofrecer mejores remuneraciones a sus colaboradores.
“Las pymes hoy hacen un esfuerzo enorme para mantenerse a flote, estamos hablando de que su costo financiero está entre 80% y 100% anual. Si se logra bajar eso a un nivel de 20% a 25%, se estará generando un ingreso enorme en el bolsillo. La gente tiene razón cuando dice “nosotros todavía no sentimos todo el beneficio de la macro”, expuso el Presidente de la República.
¿El huevo o la gallina?
Este elevado costo financiero que deben soportar las mipymes proviene, en mayor medida, del riesgo que representa para las entidades financieras prestarles dinero.
Sin embargo, como acabamos de notar, este alto costo crediticio repercute en escasos márgenes para que las mipymes se fortalezcan y vayan reduciendo ese riesgo que las perjudica a la hora de negociar la tasa de interés de un préstamo.
De hecho, el microcrédito es reportado por el Banco Central del Paraguay (BCP) como la actividad considerada más riesgosa en el sistema financiero local, según los resultados de la encuesta “Situación General del Crédito” del primer trimestre de 2024
Por su parte, el riesgo del crédito fue mencionado como el segundo factor más importante que en el sistema financiero se analiza para otorgar un crédito, con el 20% de las respuestas de los encuestados. El principal factor es el historial del cliente, con una incidencia de 72%, y el tercero es la garantía real existente (8%).
Respuesta bancaria
Tras las declaraciones del presidente Peña, consultamos su opinión al CEO de Itaú Paraguay, José Brítez, y coincidió en que el financiamiento a las pymes es un desafío a nivel país debido a su naturaleza de generación de empleo.
Recordó que el costo del crédito está asociado a “la pérdida de crédito del segmento, eventualmente, a los costos operacionales que llevan”, entre otros factores.
“Creo que más que definir cuál es la tasa ideal (de costo financiero), hay que entender muy bien la estructura de costos para atender un segmento como las pymes, las pequeñas, medianas y grandes empresas”, expresó Brítez.
Respecto a las iniciativas de creación de fondos de garantías que mitiguen el riesgo que implica financiar a sectores como las mipymes, destacó el aporte que proviene desde estos instrumentos y consideró inclusive que debe haber más fondos como el Fogapy (Fondo de Garantías del Paraguay), tal y como ocurre en otros países. Recordó la “solución tremenda” que significó el Fogapy en los tiempos de la pandemia y el trabajo cercano que mantienen con la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD).
Sin embargo, advirtió que también hay que ser cautelosos en la administración de estos fondos. “Hay que tenerlo con cuidado, administrarlo muy bien, tenemos que evitar que los fondos quiebren porque, al fin y al cabo, ese fondo garantiza una parte del crédito y tenemos que hacer que los que damos créditos seamos muy responsables en la gestión, y que lógicamente recuperemos la gran cantidad que estamos dando”, recalcó el ejecutivo.
62,1%
En Paraguay, el 62,1% de la población ocupada trabaja en microempresas y el 10%, en pequeñas empresas, según el INE al primer trimestre de 2024.
Riesgosa
El microcrédito es reportado por el Banco Central del Paraguay como la actividad considerada más riesgosa en el sistema financiero.
(*) Analista de Mentu.