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Días atrás, el Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer los datos sobre la dinámica que ha tenido el mercado laboral en Paraguay en el tercer trimestre de 2024. Es sabido que la fuerza de trabajo, que forma parte de una de las variables del empleo, está integrada por personas de 15 y más años de edad, que proveen mano de obra para la producción de bienes y servicios económicos, o que están disponibles y hacen gestiones para trabajar.
Los últimos datos daban cuenta de que el 70% de la población, unas 3.070.000 personas, se encontraban dentro de la fuerza laboral en Paraguay. Al comparar estas cifras con el mismo periodo de 2023, se verificó una reducción de aproximadamente 13.000 personas en este componente del empleo.
En tanto que la población ocupada son las personas que trabajaron con o sin remuneración, por lo menos una hora, en el período de la encuesta realizada por el INE. También se considera a los hombres y mujeres con empleo, pero que estuvieron ausentes por motivos circunstanciales, como enfermedad, licencia, vacaciones, paro, beca, etc. El 66,2% de la población, unas 2.906.000 personas, se ocuparon en Paraguay en el tercer trimestre de este año. Con respecto al 2023, representó una incorporación de unas 6.500 personas a la población ocupada, siendo del total de personas empleadas, el 57,5% son hombres y el restante 42,5% mujeres.
En este punto es relevante precisar que en la población ocupada hay dos grupos de trabajadores. El primero es el integrado por personas que perciben una remuneración, es decir, un sueldo, salario, jornal u otro tipo de ingreso, compensación en efectivo y/o en especie (alimentación o alojamiento), por el trabajo realizado como empleado, obrero, jornalero, empleador o patrón, trabajador por cuenta propia o empleado doméstico. Este grupo al tercer trimestre de 2024 estuvo conformado por unas 2.738.000 personas, más del 90% de la población ocupada. Mientras que en el segundo grupo están las personas ocupadas que trabajan sin remuneración en una empresa explotada por otro miembro de la familia con el que conviven. Estos se denominan “trabajadores familiares no remunerados” y debieron trabajar por lo menos 15 horas en los últimos 7 días. En este segmento estaban empleadas unas 168.000 personas.
Además, el Instituto Nacional de Estadística agrupa a la población ocupada por sectores económicos. El primario conformado por la agricultura, ganadería, caza y pesca; el secundario conformado por las industrias manufactureras y construcción y el terciario por el comercio, restaurantes y hoteles, además de los servicios comunales, sociales y personales.
De las 2.906.475 personas ocupadas, el 63,5% se encontraba trabajando en el sector terciario, el 19,2% en el secundario y el 17,3% en el primario. Al comparar los datos del tercer trimestre de este 2024 con el anterior, se registra una reducción de unas 37.000 personas en la actividad primaria y nuevas incorporaciones de unas 34.000 y unas 10.000 personas en los sectores secundario y terciario, respectivamente.
Otro segmento igualmente importante es la población desocupada, personas que estaban sin trabajo en los últimos 7 días, disponibles para insertarse al mercado laboral y que habían buscado trabajo activamente. Los desocupados se clasifican en que tienen experiencia laboral o cesantes y los desocupados de primera vez (aspirantes), que no tienen experiencia laboral.
Entre los meses de julio, agosto y setiembre del presente año, el desempleo afectó a 164.000 personas en Paraguay, siendo la tasa de desocupación del 5,3%. De este total, el 58,3% eran mujeres y el 41,7% hombres. La cantidad de personas fuera del mercado laboral este año con relación anterior representó una reducción de alrededor de 19.000 desocupados.
Alto nivel de movilidad laboral
El Banco Mundial (BM), en un reciente informe, había analizado la alta movilidad laboral en el país. De acuerdo con el organismo, los trabajadores con menor educación presentaban tasas de transición más altas en comparación con aquellos que tienen 13 o más años de estudios.
Además, señalaban que los jóvenes cambiaban de puesto con más frecuencia que los trabajadores de mediana edad (40-59 años), mientras que los mayores lo hacían con menor frecuencia.
Al desagregar por zonas geográficas, el BM reveló que, en las áreas rurales, la propensión a cambiar de empleo era ligeramente menor que en las urbanas. En tanto que las mujeres mostraban una probabilidad algo mayor de cambiar de trabajo anualmente en comparación con los hombres, lo que estaría vinculado a responsabilidades familiares que limitan su acceso a empleos estables y de calidad. Para el organismo, estos hallazgos son consistentes con la literatura que indica que las mujeres, los jóvenes y los trabajadores menos educados enfrentan una menor estabilidad laboral y tienden a cambiar de empleo con más frecuencia para adquirir experiencia, desarrollar habilidades o buscar mejores oportunidades (Lo Bue et al 2021).
Las transiciones laborales en Paraguay varían significativamente según el tipo de empleo. Los datos expuestos por el BM mostraron que los trabajadores informales tienden a cambiar de puesto con mayor frecuencia. En el empleo formal, solo el 7,8 % de los empleados del sector público formal y el 21,4 % de los del sector privado formal cambian de trabajo anualmente. En contraste, las tasas de transición son más altas entre los trabajadores no remunerados (68,9%), domésticos (43,7%), por cuenta propia (41,2 %) y los asalariados informales (40,6%). Las transiciones entre el empleo informal y el formal son escasas, con solo el 9,7% de los asalariados informales pasando anualmente a un empleo formal, refiere otra parte del reporte del organismo.
De acuerdo con datos oficiales, el tiempo de experiencia del 81,3% de los trabajadores en Paraguay es de 2 años y más, seguido del 9,8% de los ocupados con 2 meses a menos de 1 año y el 6,7% de los empleados que permanece 1 año a menos de 2 años. En el otro extremo, el 2,2% de la población ocupada lo hace por menos de dos meses.
El mercado laboral paraguayo enfrenta múltiples desafíos, por lo que urgen políticas que apunten no solo a la calidad del empleo, sino al constante fortalecimiento del capital humano para ir reduciendo las brechas existentes para una mayor contribución al desarrollo y crecimiento del país.
Formal
En el empleo formal, solo el 7,8% de los empleados del sector público formal y el 21,4% de los del sector privado formal cambian de trabajo anualmente.
Cambiar
Mujeres, jóvenes y trabajadores menos educados enfrentan una menor estabilidad laboral y tienden a cambiar de empleo con mayor frecuencia.
81,3%
Según datos oficiales, el tiempo de experiencia del 81,3% de los trabajadores en el país es de 2 años y más, seguido de 9,8% de los ocupados con 2 meses a menos de 1 año.