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Potenciar la productividad
Como país debemos enfocarnos en medir y tener en cuenta variables que realmente importan para poder definir las mejores opciones para un crecimiento sostenido, si queremos realizar todo el potencial que tenemos en el plazo que disponemos, que corresponde aproximadamente a lo que resta del “bono demográfico” o predominio de la juventud en el conjunto de la población. 1
Entre estas, la productividad de la fuerza de trabajo se destaca como especialmente relevante. 2
En 2015, el Banco Mundial indicaba que “para que Paraguay continúe beneficiándose del bono demográfico, la economía necesitará un promedio de más del 3% de crecimiento anual real y agregar 970.000 puestos de trabajo entre 2015 y 2030. Las tendencias recientes de creación de empleo y de crecimiento indican que esto es factible, pero el reto será el de generar mejores puestos de trabajo en términos de mayor productividad, salarios más altos, y/o crear más oportunidades para que los grupos vulnerables participen en trabajo productivo que eleve los niveles de vida y bienestar de los hogares en el extremo inferior de la distribución del ingreso. 3
Realizando el cálculo más simple de productividad laboral a nivel nacional, se puede decir que seguimos rezagados tanto a nivel regional como internacional, lo que se puede ver en el cuadro que se acompaña.
Esta “foto” de la productividad laboral nacional se puede entender de manera más completa tomando una serie histórica relevante, como lo hace la Nota Técnica 003/2022 del Ministerio de Hacienda (MH): “Los resultados indican que el crecimiento económico a largo plazo de la economía paraguaya (1956-2019) se estuvo expandiendo alrededor del 4,46% promedio anual, explicada en gran medida por la acumulación de capital y por la incidencia del factor empleo. En contrapartida, no han existido ganancias en términos de productividad. De igual manera, sin tener en cuenta el ajuste por la utilización del capital durante los ciclos económicos ni la calidad del empleo, la productividad agregada en el largo plazo tuvo una ligera expansión de 0,61% durante todo el periodo analizado. 4
Las conclusiones del MH son contundentes: “los resultados indican que tanto a largo plazo como en los últimos años la productividad agregada no ha sufrido variaciones significativas, e incluso se ha comportado de manera adversa en los últimos periodos, sin contribuir al crecimiento del PIB. Las repercusiones a mediano plazo de estos hallazgos señalan que mientras no existan incrementos más acelerados en el nivel productividad, el desarrollo económico estaría en riesgo de estancamiento. Para fomentar resultados más propicios hacia la transición de una economía más productiva, las políticas públicas deben estar focalizadas en el mejoramiento de la institucionalidad, capital humano y avanzar en un horizonte de mayor digitalización e innovación, entre otras”. 5
Un estudio reciente indica también que “para resumir el estado de la productividad laboral en Paraguay durante el periodo 2005–2022… en promedio para el periodo estudiado, el 72,5% de la población se ocupó en empleos de baja productividad, asociados con el sector informal. Además, el 21,8% de la población se ocupó en empleos de productividad media. Mientras que solo el 5,6% de la población accedió a empleos de alta productividad”. 6
¿Cómo superar la limitación del actual modo de desarrollo?
En conversaciones con gobernantes paraguayos en los últimos 5 años, el consultor internacional Roberto Artavia planteaba que “aunque tuviéramos una varita mágica para convertir la educación paraguaya en la mejor del mundo, los primeros estudiantes así formados saldrían al mercado de trabajo en unos 12 años, muy tarde para aprovechar al máximo el bono demográfico y las oportunidades que ofrece la revolución tecnológica actual”. A partir de esa afirmación, proponía dar todo el énfasis y prioridad a la formación técnica de ciclo rápido y –en su presencia más reciente en el país– concentró la prioridad en la formación en habilidades para la economía digital. 7
En su presentación a la conferencia internacional de telecomunicaciones en Barcelona, el presidente Santiago Peña ofreció una visión de Paraguay como “hub de tecnología” de la región sudamericana. 8 Para pasar de esa “visión” a la concreción de “condiciones habilitantes” para la atracción de inversiones con perspectiva de largo plazo, se requieren decisiones y acciones rápidas y concretas, que potencien las fortalezas del país y gestionen las limitaciones.
De hecho, si consideramos los insumos estratégicos para constituir un cluster de actividades y empresas en la “economía digital”, podemos decir que estamos en la siguiente condición:
- Fuerza de trabajo: todavía lejos de tener suficiente capital humano para constituir una “fortaleza” del país, pero con una población joven “altamente entrenable”, como bien lo demuestran las iniciativas privadas de formación rápida (bootcamps, emprendimientos diversos, etc.) que demuestran la capacidad de respuesta de nuestra juventud, dadas las condiciones e incentivos correctos.
- Conectividad digital: todavía con limitaciones, pero gracias a la evolución rápida de la tecnología, tanto de fibra óptica como de satélites, y su consecuente reducción de costos, se puede estimar que esta limitación disminuirá con el tiempo. Desde luego será de gran aporte que el MITIC pueda avanzar en integrar plenamente el país a las “autopistas digitales” que son el sistema circulatorio principal de la revolución tecnológica actual.
- Energía eléctrica (todavía) abundante y de fuente renovable: esta es sin duda la principal fortaleza del Paraguay que, sin embargo, tiene un perfil decreciente considerando el aumento de consumo residencial. De todos modos, implica actualmente que nuestro país es “observado con atención” por las iniciativas de inversión digital que están en pleno despliegue y crecimiento en el mundo. Para tener una idea de la pujanza de la economía digital, la tasa de crecimiento anual del sector es de 7%, comparado con 3% de la economía global.
El primer paso en la dirección del gran salto adelante de desarrollo tecnológico lo vienen dando las diversas iniciativas de instalación de centros de procesamiento de datos para generar activos digitales (bitcoin principalmente). Se trata de un primer eslabón de una amplia cadena de valor, que se despliega en numerosas actividades que hoy se simplifican bajo la denominación “xaaS” (todo como servicio digital). El subsector más innovador y revolucionario es la inteligencia artificial, que para varias empresas dedicadas a los centros de datos es su objetivo estratégico. 9
Y nosotros, ¿estamos haciendo lo suficiente como país, y como gobierno, para realmente volvernos un centro de operaciones tecnológicas de primer orden en la región?
En realidad, falta bastante. En primer lugar, aunque tenemos legislación de “atracción de inversiones”, esta es adecuada para una etapa anterior, superada por la “cuarta revolución industrial”, como se denomina el cambio tecnológico y económico acelerado y disruptivo que está en auge.
En segundo lugar, la energía eléctrica disponible es administrada por la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) bajo un régimen de monopolio, y con esquemas contractuales que tienden a ser “rentistas” antes que orientarse a gestionar la energía como un insumo productivo. La condición financiera precaria de la ANDE solamente exacerba esta manera de encarar la venta de energía a las empresas digitales. Y, finalmente, falta que las visiones de futuro se conviertan en decisiones claras, rápidas, con seguimiento puntual y constante de autoridades acompañando a los inversores nacionales e internacionales, para que cada expresión de interés se convierta en proyecto y luego en inversión concreta, no especulativa, no dependiente de dádivas, y con perspectiva de largo plazo. Solo así podremos no solo soñar, sino convertirnos en un centro regional e internacional de la economía digital.
1. Considerando los datos recientes de población, se estima que dicho período se extiende aproximadamente hasta el año 2045.
2. Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la productividad laboral [es definida] como la producción por unidad de insumo de mano de obra (personas contratadas u horas de trabajo). La productividad laboral mide la eficiencia con que un país utiliza los insumos de la economía para producir bienes y servicios, y ofrece una medida del crecimiento económico, la competitividad y el nivel de vida de un país.
3. Banco Mundial, Diagnóstico del Empleo En Paraguay. La Transformación Dinámica del Empleo en Paraguay, 2015, p. 54. Fuente: RACI/DESA, 2022.
4. Productividad Total de Factores de Paraguay: Actualización de Estudio: Período 1955-2019, Nota Técnica DEE N° 003/2022, Ministerio de Hacienda, p. 1.
5. Ibid., p. 3.
6. El empleo en Paraguay: un análisis de la productividad laboral durante el periodo 2005-2022, Revista Científica UPAP, Vol. 5, Nº 1, enero-junio, 2025, p. 75.
7. Paraguay Digital, 2022.
8. Santiago Peña pasó por el Mobile World Congress: Paraguay como receptor de inversiones en tecnología verde y conectividad.
9. Penguin Group forms strategic alliance with leading European AI company. The Rise of AI in Bitcoin Mining: How Companies Like Riot Platforms Are Pivoting. Hive construirá un Data Center de criptomonedas con capacidad hidroeléctrica de 100 MW en Paraguay - DCD.
Visión
Falta que la visión de futuro se convierta en decisión clara, rápida, con seguimiento puntual y constante de autoridades para acompañar a los inversores.
Interés
Que cada expresión de interés se convierta en proyecto y luego en inversión concreta, no especulativa, no dependiente de dádivas, y con perspectiva de largo plazo.
(*) Roberto Codas, analista.