Sostenido crecimiento de pagos en últimos tres gobiernos

El Presupuesto General de la Nación (PGN) de Paraguay cuenta con tres principales fuentes de financiamiento: recursos del Tesoro (Fuente 10), recursos del crédito público (Fuente 20) y recursos institucionales (Fuente 30). La sostenibilidad de la deuda pública se vuelve un factor clave para la estabilidad fiscal de un país, así como la capacidad para mantener un equilibrio entre la inversión, el crecimiento económico y el pago de compromisos. El Estado paraguayo ya ha destinado alrededor de US$ 4.000 millones de los ingresos genuinos para honrar sus compromisos, en más de una década.

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ABC Color

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La Ley Nº 1535 de Administración Financiera del Estado es la que especifica que la Fuente 10 proviene de los ingresos ordinarios recaudados por el Estado y están destinados a cubrir los gastos operativos esenciales, tales como servicios personales, salarios del sector público, gastos operativos de ministerios e instituciones gubernamentales, pago de impuestos y otras obligaciones estatales, así como jornales y remuneraciones extraordinarias. En tanto que la Fuente 20 del endeudamiento público, tanto interno como externo, se destina principalmente a inversiones físicas, proyectos de infraestructura, como carreteras, hospitales y escuelas, así como a programas de inversión pública en sectores estratégicos. Finalmente, la Fuente 30 corresponde a los generados por las propias instituciones públicas, como los peajes, aranceles y donaciones que recibe el gobierno. También incluyen los fondos pertenecientes a los organismos de la administración central y las entidades descentralizadas.

Intereses y financiamiento

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El análisis de la tendencia de los intereses de la deuda pública es fundamental debido a su impacto en la sostenibilidad fiscal y la gestión de los fondos públicos. Dado que estos pagos deben ser cubiertos con los recursos del Tesoro Público, su crecimiento progresivo viene generando presiones sobre las finanzas públicas, restringiendo la capacidad del Estado para financiar otros gastos operativos y programas prioritarios.

En contrapartida, el capital de la deuda, si bien representa una obligación financiera para el Estado, puede ser reestructurado o refinanciado mediante nuevas emisiones, permitiendo una mayor flexibilidad en la administración del endeudamiento sin afectar de manera inmediata el flujo operativo del Estado. No obstante, este mecanismo depende de factores como las condiciones del mercado financiero, el riesgo país y la sostenibilidad del nivel de endeudamiento en el mediano y largo plazo.

Desde una perspectiva técnica, es importante monitorear el saldo y la composición de la deuda pública, diferenciando entre el endeudamiento de corto y largo plazo, en moneda local y extranjera, así como la evolución de las tasas de interés aplicadas a cada tramo de financiamiento. Un aumento en la carga de intereses, especialmente en escenarios de tasas elevadas a nivel internacional, puede comprometer la capacidad del país para mantener un equilibrio fiscal sin recurrir a ajustes presupuestarios severos o incrementos en la presión tributaria.

¿Qué ha pasado en los últimos años?

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En Paraguay, en más de una década (setiembre de 2013 a febrero de 2025) se realizaron pagos en concepto de intereses de la deuda de aproximadamente G. 29,5 billones o unos US$ 4.000 millones, de acuerdo con datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Al considerar el mandato de Horacio Cartes (setiembre de 2013-agosto de 2018), se honraron intereses por un total de G. 5,1 billones. Dentro de este período, el 2017 se destacó como el de mayor carga financiera, con pagos por G. 1,2 billones, mientras que 2014 registró el menor nivel (G. 526.712 millones), excluyendo al 2013 debido a que no representa un ejercicio fiscal completo.

Es de mencionar que la política de esta administración se había centrado en el endeudamiento para el financiamiento de proyectos de infraestructura y desarrollo. El mencionado mecanismo, consecuentemente, incidió en un aumento de la carga de intereses a pagar. Cabe destacar que este proceso se desarrolló en un contexto de estabilidad macroeconómica y crecimiento sostenido, lo que había facilitado el acceso a financiamiento en condiciones favorables.

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Durante el gobierno de Mario Abdo Benítez (setiembre de 2018-agosto de 2023), los intereses pagados ascendieron a unos G. 14,4 billones. El periodo con el mayor desembolso se registró en el 2022, alcanzando pagos por G. 3,6 billones.

En contrapartida, el menor pago se produjo en 2019, con G. 1,9 billones, sin considerar el 2018 dado a que este año no comprende un ejercicio completo en dicho mandato.

El crecimiento sostenido de los intereses de la deuda puede estar vinculado a diversos factores. Entre ellos, se destaca el impacto de la pandemia del covid-19 en 2020, que llevó a un aumento significativo en la emisión de deuda para financiar medidas de emergencia, programas de asistencia social y estímulos económicos. Esta dinámica se tradujo en un incremento considerable en el pago de intereses en los años siguientes. Asimismo, la estrategia de endeudamiento adoptada para la ejecución de proyectos de infraestructura y el mantenimiento de la estabilidad fiscal incidió en la evolución de la carga de intereses.

Otro factor adicional fue la subida de la tasa SOFR (Secured Overnight Financing Rate), que reemplazó a la LIBOR como referencia en los mercados internacionales. Durante este periodo, la SOFR experimentó un incremento significativo a medida que la Reserva Federal de Estados Unidos endurecía su política monetaria para controlar la inflación. En 2021, la SOFR oscilaba en niveles cercanos a 0,05 %, pero a partir de 2022 comenzó a subir rápidamente, alcanzando el 4% a finales de ese año y superando el 5% en 2023. Este aumento encareció el financiamiento externo y elevó el costo del servicio de la deuda pública paraguaya, que se encuentra ciertamente indexada a tasas de referencia internacionales. En cuanto a la administración de Santiago Peña (setiembre de 2023-febrero de 2025), los datos del MEF mostraron que al cierre de 2024 el pago de intereses alcanzó G. 6,6 billones, frente a los G. 2,4 billones de una parte de 2023.

Mayor desembolso fue en 2024

En cuanto a lo honrado durante los primeros dos meses de este año, se ubicó en G. 923.024 millones. Adicionalmente, la persistencia de la tasa SOFR por encima del 5% ha generado un encarecimiento del crédito en dólares, impactando directamente en el costo del servicio de deuda en concepto de intereses, denominada en esta moneda. En efecto, los pagos realizados durante 2024 se constituyeron en el mayor desembolso de las tres administraciones de gobierno en análisis.

Finalmente, la sostenibilidad de la deuda pública se vuelve un factor clave para la estabilidad fiscal del país. La capacidad de Paraguay para mantener equilibrio entre inversión, crecimiento económico y pago de compromisos financieros dependerá de la implementación de estrategias que prioricen un uso eficiente del crédito público, fortalecimiento de ingresos fiscales y una gestión prudente del endeudamiento, evitando que la carga de intereses comprometa la capacidad operativa del Estado, en el mediano y largo plazo.

Impacto

El análisis de la tendencia de intereses de la deuda pública es fundamental debido a su impacto en la sostenibilidad fiscal y la gestión de los fondos públicos.

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