“Hemos concluido una jornada de trabajo intensa y profundamente enriquecedora, en la que abordamos la situación actual del sistema energético nacional, desde una mirada amplia y estratégica. A lo largo del foro, se presentaron diagnósticos actualizados y se formularon recomendaciones concretas, pensadas tanto para el corto como para el largo plazo.
Una de las principales conclusiones es clara: la agenda energética nacional necesita mayor visibilidad y protagonismo. Este desafío no recae exclusivamente en el Gobierno o en la Unión Industrial Paraguaya (UIP); es una responsabilidad compartida por toda la sociedad, especialmente por los sectores productivos, académicos y ciudadanos.
Sobresalieron ciertos consensos entre las diferentes propuestas presentadas ..., de esta manera elaboramos una serie de observaciones:
1. Existe un consenso técnico amplio sobre la proximidad del límite del excedente energético.
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Las proyecciones del Centro de Estudios Económicos de la UIP, de la ANDE y de diversos sectores coinciden en que, bajo escenarios de crecimiento medio o alto, la demanda de energía y de potencia superará la capacidad disponible entre 2030 y 2032, en función a la finalización de los contratos de criptominería prevista para 2027.
2. La velocidad de inversión en nuevas fuentes de generación es claramente insuficiente.
Durante los últimos 40 años no se desarrollaron fuentes alternativas de generación energética. Las inversiones actuales priorizan principalmente transmisión y distribución, mientras la inversión en generación es casi nula en relación al desafío que se aproxima.
Respecto a las represas Corpus e Itacorá (Itá Corá - Itatí) y la ampliación de Yacyretá, existen avances técnicos, pero a resultas de las negociaciones diplomáticas.
3. Los recursos fiscales y de endeudamiento público son limitados para afrontar las inversiones requeridas.
La ANDE reconoce que requiere el apoyo del capital privado para ampliar la capacidad de generación. El costo total de inversión en generación rondaría los US$ 12.000 millones en el mediano plazo, dependiendo de las tecnologías seleccionadas. En la actualidad apenas se tiene un financiamiento asegurado de US$ 174 millones.
En ese sentido, el Gobierno debe analizar la posibilidad de respaldar estas inversiones con la emisión de bonos soberanos.
4. Es imprescindible sincerar la discusión tarifaria.
Las tarifas políticamente contenidas impiden la viabilidad financiera de nuevos proyectos de generación, tanto públicos como privados. Un sinceramiento gradual, técnicamente diseñado y con protección social focalizada, debe formar parte de la solución.
5. Todas las tecnologías deben ser consideradas con mentalidad pragmática.
La diversificación de la matriz energética debe incluir: PCH -Pequeñas Centrales Hidroeléctricas - (22 sitios viables ya identificados), solar, térmica a gas, biomasa, e incluso nuclear (SMR) en el largo plazo. Cada opción tiene ventajas, plazos y costos diferenciados.
Es imprescindible establecer las magnitudes, costos de inversión, opciones de financiamiento, plazos y tarifas de todas las tecnologías, especialmente para las renovables como la fotovoltaica.
También es hora de acelerar la exploración de nuestro gas en el Chaco paraguayo. No hay duda de su existencia, pero es tiempo de comenzar la exploración en serio.
6. El argumento de la “soberanía energética” debe ser revisado con datos objetivos.
Importar gas de Vaca Muerta (Argentina) no es perder soberanía. Paraguay ya depende de factores externos: caudales hídricos regulados por represas brasileñas aguas arriba, componentes de paneles solares fabricados en el exterior e incluso las condiciones binacionales de Itaipú y Yacyretá.
El proyecto de desarrollo energético debe contemplar la exploración y el uso de los recursos naturales disponibles en el país (sol, agua, uranio, etc.).
7. Urge definir un Plan Maestro de Generación.
No son suficientes los escenarios de demanda. Se requiere un plan operativo de generación con: cronogramas, inversiones, tecnologías, fuentes de financiamientos, marcos regulatorios y reglas claras para la participación privada. Deben ser incluidos en el análisis de la venta en generación, los servicios asociados a la potencia como regulación de frecuencia, reserva rotante, regulación de tensión y otros.
8. La gobernanza del sistema debe fortalecerse.
Es necesario modernizar el marco regulatorio y robustecer los organismos de control para atraer inversión privada con seguridad jurídica, garantizando competencia leal y evitando abusos, monopolios naturales o situaciones de monopsonio.
9. Existen ya negociaciones y oportunidades concretas.
El gasoducto bioceánico Paraguay-Argentina-Brasil presenta una ventana de oportunidad logística y geopolítica. Los costos de transporte resultarían muy competitivos (aprox. US$ 6-7/MMBtu en Paraguay), habilitando proyectos de termoeléctricas, fertilizantes y otros polos industriales electro-intensivos.
10. Debe administrarse responsablemente la venta del excedente actual.
La energía excedente disponible deberá negociarse con criterios de largo plazo. Las ventas aceleradas a corto plazo (por ejemplo, las 28 empresas brasileñas que han mostrado interés) podrían comprometer la capacidad de atención de la demanda interna futura si no existe plan de reemplazo de capacidad y el acelerado desembarque de critptominerías. La ANDE debe colocar la energía de horario valle en el sistema productivo.
11. El compromiso de retiro de la criptominería para 2027 debe mantenerse firme.
El consumo de energía por criptominería no genera empleo ni industrialización, y compite por recursos energéticos escasos a futuro.
12. Energía asegurada de Itaipú (75.170 GWh).
Las unidades encargadas deben verificar el cumplimiento de la energía garantizada afluente a Itaipu, correspondiente a 8.500 m³ por segundo diario, de manera de asegurar y garantizar la producción de energía de Itaipú. Al mismo tiempo, garantizar el caudal afluente de la Central Yacyretá
13. Disponibilidad de potencia de Itaipú para el sistema eléctrico paraguayo.
De acuerdo al Tratado de Itaipú, instalar un conversor de frecuencia de 60 a 50 Hz en Itaipú para que el sistema eléctrico paraguayo pueda utilizar la energía proveniente de generadores de 60 Hz.
14. Se requieren coraje político y claridad técnica para definir las decisiones del próximo quinquenio: debemos convertir la amenaza en oportunidades, del potencial apagón podemos pasar a ser un hub energético.
Si Paraguay pierde esta ventana de acción, enfrentará estancamiento económico, freno a nuevas inversiones industriales, desempleo y pérdida de competitividad.
Pero si aprovechamos esta amenaza, seremos una economía con saltos cuantitativos y cualitativos que nos permitirán acelerar nuestro desarrollo económico.
En las próximas semanas, estaremos publicando el informe de este evento, que incluirá todas las recomendaciones presentadas. Nuestro objetivo es que este documento se convierta en un insumo concreto, realista y responsable para mejorar el sistema energético paraguayo, y para avanzar juntos hacia un modelo de desarrollo más inclusivo y sostenible.
Muchas gracias a todos por su participación activa y compromiso. Este foro es solo el comienzo de un diálogo que debe continuar y profundizarse”.
¡Clara!
Una de las principales conclusiones del foro es clara: la agenda energética nacional necesita de una mayor visibilidad y protagonismo.
2032
Bajo escenarios de crecimiento medio o alto, la demanda de energía y de potencia superará la capacidad disponible entre 2030 y 2032.
Inversión
El costo total de inversión en generación rondaría los US$ 12.000 millones en el mediano plazo, dependiendo de las tecnologías...