El presente y el futuro exigen creación de políticas y acciones para tornar más eficiente la expansión urbana

Recientemente comenzó a implementarse en el país la Encuesta del Uso del Tiempo (EUT) cuyos resultados permitieron medir y visibilizar el trabajo total –tanto el remunerado como el no pagado- así como componentes de clase y género que difieren por tiempo, roles y funciones. La gente que acude a su lugar de trabajo pierde unas 4,3 horas semanales y si se consideran dos viajes al día y una semana laboral de 6 días, se estima que esto representa 41 minutos diarios, lo que en un año representarían aproximadamente US$ 1.200 millones, o 4,1% del Producto Interno Bruto (PIB).

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Hace un par de años, en Paraguay no existía una herramienta de medición del uso del tiempo en las distintas actividades de la población y recientemente comenzó a implementarse en el país la Encuesta del Uso del Tiempo (EUT) cuyos resultados permitieron medir y visibilizar el trabajo total –remunerado y no remunerado-, así como los componentes de clase y género que difieren por tiempo, roles y funciones.

La EUT tomó a la población de 14 y más años de edad, la que totalizan 4.917.599 personas, de las cuales 3.070.144 viven en áreas urbanas y 1.847.455 en rurales. De las casi 5.000.000 de personas consideradas en todo el país, 2.643.711 tienen un trabajo remunerado (1.600.825 son hombres, 1.042.886 mujeres) y 2.652.294 tienen una ocupación principal (1.607.928 hombres, 1.044.366 mujeres).

De acuerdo a la metodología utilizada por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) para realizar la EUT, el trabajo remunerado corresponde a las actividades que realizan las personas y están destinadas a producir bienes y servicios a cambio de algún tipo de remuneración en efectivo y/o especie. En el caso de que una persona registre más de una ocupación remunerada, la encuesta toma la ocupación principal y queda a consideración de la encuestada identificarla (puede ser aquella a la que dedica más horas, genera más ingreso, le otorga mayor estatus u otra razón). Mientras que la ocupación principal se refiere a las actividades que realizan las personas por lo menos durante una hora en el período de referencia. Puede darse el caso en que la persona cuente con una ocupación, pero que no la haya realizado en el período de referencia por algún motivo circunstancial (enfermedad, vacaciones, etc.). En ese caso el valor asignado a las horas registradas es cero.

De la población con trabajo remunerado, 1.816.906 personas lo hacen en el área urbana y 1.825.489 ciudadanos se encuentran dentro de la categoría de ocupación principal. En tanto que 826.805 personas en las zonas rurales también tienen un trabajo pagado y la misma cantidad brinda sus servicios en una ocupación principal.

¿Cuánto tiempo tarda un trabajador en el desplazamiento? 

Dentro de la categoría de trabajo remunerado se computa también el traslado a la ocupación principal, es decir, el tiempo utilizado para el desplazamiento de ida y vuelta de la persona que trabaja, incluyendo el tiempo de espera.

La población total de 14 y más años de edad que va a su lugar de trabajo y por el cual percibe una remuneración, tarda aproximadamente 4,3 horas semanales. Si se consideran dos viajes al día y una semana laboral de 6 días, se estima que esto representa 41 minutos en el día. De cinco días, entonces el tiempo de traslado aumenta a 52 minutos en el día.

Si se mira por género, los hombres (1.602.737) usan 4,8 horas por semana, frente a las mujeres (1.044.333), que tardan, 3,6 horas semanales para llegar a sus lugares de trabajo.

En cuanto a las zonas geográficas, en el área urbana, los hombres viajan 5,2 horas y las mujeres 3,81 horas durante la semana. Mientras que en localidades rurales, los hombres pasan más tiempo para trasladarse, es decir, 3,9 horas cuando las mujeres solo 3 horas.

El tiempo de traslado también varía en las categorías ocupacionales. Para las personas en condición de dependencia (empleado/obrero público, empleado/obrero privado, empleado doméstico), las horas por semana utilizadas para llegar al trabajo son mayores que las utilizadas por los independientes (empleador o patrón, trabajador por cuenta propia, trabajador familiar no remunerado. Los trabajadores dependientes utilizan 5,7 horas y los independientes en cambio, unas 4,1 horas semanales.

El tiempo de traslado es generalmente un problema económico, porque las personas valoran su tiempo. Se estima el valor de tiempo de traslado a sus lugares de trabajo en base al salario mínimo por hora, incluyendo aportes del empleador y considerando la semana laboral de 48 horas, lo que arroja un valor por hora de G. 12.385.

Para algunas personas, su tiempo puede valer más y para otras menos, pero utilizando este supuesto, el valor del tiempo utilizado para el traslado por semana es de G. 203.100 para los trabajadores independientes y G. 282.400 para los trabajadores dependientes. Estos son mayores a los G. 105.600 semanales que se estimaría costaría realizar estos traslados en transporte público. En un mes el valor del tiempo utilizado, en promedio, sería de G. 2.550.000 y se estima que en un año llegaría en US$ 1.200 millones o 4,1% del Producto Interno Bruto (PIB).

Una posible realidad 

La encuesta representa datos nacionales y el tiempo total promedio de 4,3 horas semanales, que incluye a las personas que no se trasladan para trabajar y realizan sus actividades remuneradas en sus residencias. Se estima que en el Área Metropolitana de Asunción solo estos valores de tiempo podrían ser mayores, considerando las distancias y medios de transporte utilizados por muchos trabajadores a los centros urbanos, ejes comerciales y corporativos donde se emplea la mayor cantidad de personas.

Tal como se consignan en los datos oficiales, el sector económico que más personas emplea (1.898.718) es el terciario por actividades económicas en electricidad, gas y agua, comercio, restaurantes y hoteles, transporte, almacenamiento y comunicaciones, finanzas, seguros, inmuebles, servicios comunales, sociales y personales. Les sigue el primario con trabajos en agricultura, ganadería, caza y pesca, empleando a unas 707.485 personas y finalmente el secundario, es decir, industrias manufactureras, construcción, minas y canteras, donde trabajan 601.876 personas.

A medida que se expanden los centros urbanos, los costos de traslado podrían ser mayores con impactos importantes dentro de la economía.

Primero, el congestionamiento del tráfico sacrifica tiempo productivo que podría dedicarse a generar ingresos, es decir, arroja una pérdida de productividad.

Segundo, se sacrifica tiempo libre que puede dedicarse a actividades recreativas. Tercero, las condiciones de viaje pueden ser deficientes, generando molestias e incomodidad a los viajeros o en el peor de los casos, exponerlos a mayores posibilidades de accidentes de tránsito.

Por último, se asocia los mayores tiempos de traslado con peores condiciones de salud para aquellos que se movilizan en vehículos, empujándolos a la vida sedentaria con sus consecuencias, tanto para la persona como para la salud pública.

Crecimiento urbano inteligente 

Las principales ciudades de Paraguay están en constante crecimiento. En este sentido, la literatura de desarrollo urbano señala que existen principalmente dos modelos de crecimiento de las ciudades, el de la expansión urbana, que se da en las periferias de las ciudades y lo que se denomina el ‘crecimiento urbano inteligente’.

El crecimiento urbano inteligente surge como una alternativa a la expansión urbana que puede convertirse en un crecimiento muy costoso. Se considera de esa manera no solo por los motivos que ya se mencionaron, como el aumento de los tiempos de traslado y sus consecuencias, sino que también puede tener costos fiscales y ambientales importantes. Los costos fiscales se dan por la necesidad de desarrollar mayor infraestructura de servicios públicos como rutas, calles, electricidad, agua y saneamiento, escuelas, y servicios de salud para comunidades relativamente más dispersas. Además, se considera que tiene costos ambientales importantes por la conversión de suelos agrícolas o naturales en suelos urbanos y la polución que genera los mayores recorridos de los vehículos.

El crecimiento urbano inteligente requiere de políticas específicas. Algunos ejemplos de estas políticas son la coordinación y planificación intermunicipal en conjunto con la sociedad civil para definir la forma y alcance del desarrollo urbano como potenciar los espacios públicos para hacer más atractivos a los centros urbanos. Además, este crecimiento se caracteriza por tener calles o avenidas en las que pueden transitar múltiples medios de transporte que incluyen ciclistas, peatones y el transporte público.

En estas ciudades se incentiva el crecimiento al interior de la ciudad, antes que en las periferias. La investigación económica halla que este tipo de políticas permite reducir los tiempos y condiciones de traslado que mejoran la seguridad vial y contribuyen a la salud pública, al facilitar el traslado por medios propios reduciendo los gastos en salud.

Las ciudades de Paraguay se encuentran pasando en este momento por procesos de crecimiento que ejercen presiones, tanto en las rutas existentes, en los recursos públicos y las personas que las transitan diariamente.

En este sentido, políticas de mejora de transporte público como la del Metrobús se vuelven cada vez más necesarias para facilitar el tránsito.

Se destaca también la necesidad de identificar otras políticas de crecimiento inteligente para mejorar la calidad de vida de las miles de personas que se mueven diariamente por las ciudades en crecimiento. En este sentido, se torna muy importante que la planificación del desarrollo urbano y el transporte público se conviertan en un ejercicio de gestión regional, ya que esto contribuiría al mejor rendimiento del gasto público y a la contención de los tiempos de traslado.

El tiempo utilizado para desplazarse al lugar de trabajo podría considerarse incluso, un costo importante, desde la perspectiva laboral. Estudios recientes del BID mostraron que en mega ciudades latinoamericanas, unas 28 millones de personas pierden una hora y media viajando desde un punto hasta el destino final.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que la pérdida de productividad durante los traslados realizados, sin el aporte al circuito económico, representa al 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región, equivalente a unos US$ 132.350 millones al año.

De la población con trabajo remunerado, 1.816.906 personas lo hacen en el área urbana y 1.825.489 están dentro de la categoría de ocupación principal. En tanto que 826.805 personas en zonas rurales también tienen un trabajo pagado y la misma cantidad brinda sus servicios en una ocupación principal.

Traslados

A medida que se expanden los centros urbanos, los costos de traslado podrían ser mayores con impactos importantes dentro de la economía.

Tiempos

Los trabajadores de sexo masculino emplean 4,8 horas por semana para llegar a su trabajo, mientras que las mujeres tardan 3,6 horas por semana.

Empleos

El sector económico que más emplea (1.898.718) es el terciario, en comercios, restaurantes y hoteles, transporte, finanzas, seguros, etc.

5,2 horas

En el área urbana, los trabajadores de sexo masculino viajan 5,2 horas por semana para llegar a sus sitios de empleo y las mujeres 3,81 horas por semana.

Costos

El tiempo de traslado es un problema económico, porque la gente valora su tiempo, y usando cifras del salario mínimo implica G. 12.386 por hora.

Expansión

El crecimiento urbano inteligente permite reducir los tiempos y condiciones de traslado que mejoran seguridad vial y contribuyen a la salud pública.

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