Precio justo para el excedente paraguayo

El 12 de junio de 1987, el expresidente de Estados Unidos Ronald Reagan, durante un discurso al pie del muro de Berlín, pronunció este mensaje dirigido a su par soviético Mikhail Gorbachov y al mundo: “Secretario General Gorbachov, si quiere la paz, si quiere la prosperidad para la Unión Soviética y Europa del Este, si quiere realmente la prosperidad, venga acá, a esta puerta. Señor Gorbachov, abra esta puerta. Señor Gorbachov, derribe este muro”.

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Veinte meses después, Alemania del Este derrumbaba el muro de Berlín, se unía a la Alemania Occidental, caía el sistema soviético y terminaba la famosa guerra fría. El sueño igualitarista del comunismo sucumbía ante la libertad.

El consejo que un hombre poderoso, el presidente de los EE.UU., le daba en voz alta al otro hombre fuerte del momento resultó en cambios radicales para toda la humanidad. Inmediatamente se reconstruyeron los Estados balcánicos como: Albania, Macedonia, Bosnia, Serbia Rumania, Bulgaria, Kosovo y otros. También significó el retorno a la independencia de naciones del Asia central como: Ucrania, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán; Afganistán también tuvo vientos de libertad.

El poder de un buen consejo puede estar basado en tres conceptos básicos del bien: la libertad, la justicia y la solidaridad. Una buena exhortación trae bonanza y prosperidad; sin embargo, aquellos consejos basados en la mezquindad, el egoísmo y la banalidad solo pueden traer atraso, enfermedad y pobreza.

Es lo que está pasando en dos áreas bien específicas del poder nacional: el político y el energético. Al Presidente le están envenenando con la historia de la reelección. Muchos le estarán adulando al Primer Mandatario con frases hechas como: eres el reconstructor nacional, usted es la única esperanza del partido, quedará como el rey sol; en fin, tantos jarabes electoralistas como bufones tenga. Son malos consejos que lo llevarán al ocaso político, civil y humano. No existe hombre más solitario que aquel que se rodea de embaucadores y chantajistas.

En cuanto a lo energético nos preguntamos: ¿Será que algún amigo puede ofrendar media hora de su tiempo al Estado y concentrar la atención del Presidente, desmenuzando las recomendaciones de Jeffrey Sachs? ¿Será que algunos de sus asesores le demostraron las ventajas del acuerdo Lugo-Lula? ¿Será que el Presidente sabe que los gastos sociales, es decir, entre 60 y 70 millones de dólares anuales, representan apenas el 1,7% del presupuesto de Itaipú? ¿Será que el Señor Presidente alguna vez indagó sobre las ventajas de tener una esclusa de navegación en la Itaipú? ... Más aún, teniendo como ventaja un artículo obligatorio del Tratado. La construcción de la esclusa no es opcional, ¡es imperativo! No olvidemos que somos un país mediterráneo. ¿Será que el Primer Mandatario sabe también que en Itaipú continúan algunos jubilados recontratados, con tres salarios de Primer Mundo?

Muchos dicen que la soja y la ganadería son las áreas que más generan riqueza al país, no obstante, otros analistas dicen que generan pocos empleos, pocos impuestos y que ha depredado el medioambiente nacional. Otros dicen que Itaipú puede generar más de 1.000 millones de dólares al año, de manera limpia y sostenible, es el gran debate que solo podremos hacer dentro de una tregua política y social. Ni siquiera hablo de un gran pacto nacional que debería liderar el Señor Presidente. La única forma de recibir más ingresos en Itaipú es vendiendo nuestros excedentes a un precio justo, y para eso ¡no hace falta esperar hasta el 2023!

Hace unos años, mi padre le recomendó al Sr. Cartes, disimuladamente, durante un ágape en el IAEE, entre sus ministros: “Ud. será presidente temporario del Mercosur; aproveche y haga valer la producción primaria nacional (comodities). Paraguay es el cuarto productor mundial de soja y 5º productor mundial de carne. Haga respetar los alimentos por encima de cualquier cosa; es el gran poder de nuestro mercado de integración”. El Presidente quedó mudo.

La segunda recomendación que le dio era política: “Sr. Presidente, cumpla su promesa de campaña, ahora ya es Mandatario de todos los paraguayos y no solo de la ANR y mire que le habla un colorado, veterano del 47. No caiga en los mismos errores de sus antecesores”.

La tercera, algunas recomendaciones energéticas, lo dejó a cargo mío y como el tiempo se nos iba tuve poco tiempo, pero atiné a decirle que no estaba de acuerdo con muchas políticas del sector, al cual me respondió: “Paraguay no tiene política energética”. Luego me pidió ayuda y se fue.

Sin embargo, al ver la repitencia cansina, en esta misma página, de algunos pasajes derivados de un estudio energético pagado a una fundación, recitado por otro funcionario de Itaipú y basado en dos escenarios: a) la continuación del actual y b) la que se debió implementar hace más de tres décadas, le doy la razón al Presidente. Paraguay todavía no tiene política energética.

Por otra parte, ¿quién le dijo al Presidente que la construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH) traerá prosperidad al Paraguay en el corto plazo? ¿Quién le omitió la información que por cada kW producido en esas PCH el Brasil retirará de Itaipú la misma cantidad, pero a precio de costo? La energía de la binacional no solo es limpia y de alta calidad, sino segura. Las PCH no gozan de la misma fama.

Lo que el país debería haber hecho hace tiempo es continuar la implementación del acuerdo Lugo-Lula, que contempla la “venta gradual de nuestros excedentes al mercado brasileño”, la construcción de la esclusa y la concreción de otras obras faltantes. Esta intención lo había manifestado enfáticamente la actual consejera Leila Rachid Lichi. ¿Qué pasó de tal concepto? El 2023 está a menos de un suspiro.

Cuando los filisteos, enemigos del pueblo elegido por Dios, se burlaban de los soldados e indirectamente del Dios de los judíos, aparece en escena un pequeño pastor de ovejas extremadamente valeroso, David. Lo que pocos saben es que este pequeño hombre, el séptimo de una familia de fornidos soldados, practicaba la lira y la flauta en sus noches de vigilia, mirando las estrellas y alabando al Creador. Y lo hacía tal vez con más frecuencia que su silenciosa pero letal arma, la honda. Más pocos aún saben que mataba leones y lobos con las manos, cuando peligraban a sus manadas.

El Gobierno tiene sátrapas y pastores en el pueblo. Es cuestión de identificarlos y mandarlos al frente y derribar al Goliat energético; a los cobardes se debe mandar a la retaguardia, a limpiar los establos. Ambos trabajos son saludables, pero el primero nos devolverá la soberanía y la dignidad. Y si nadie se anima ir al frente lo haremos nosotros con la pluma, así como David lo hizo con su honda. Goliat, los filisteos y los asesores energéticos oficiales deben comprender que Dios se agrada de los humildes, pero valientes; y rechaza a los poderosos, pero soberbios.

Señor Presidente, termine su período presidencial rodeado de 600 valientes como el rey David, con el lustre de un estadista y agradando al Creador. Saúl, rey puesto por Dios, pero que no agradó al Altísimo, cometió dos errores: consultó con adivinos y agoreros y despreció a los mansos. Recuerde que los adulones y malos consejeros serán los primeros en abandonarlo cuando el barco de la reelección naufrague. Anote en su bitácora y recorte este segmento como prueba.

Precio

La única forma de recibir más ingresos en Itaipú es vendiendo nuestros excedentes a un precio justo, y para eso ¡no hace falta esperar hasta el 2023!

(*) Exsuperintendente de Energías Renovables de Itaipú

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