Para escribir y hablar adecuadamente no basta con unir palabras para representar lo que se piensa. Es necesario aplicar al texto las cuatro propiedades: coherencia, cohesión, adecuación y corrección gramatical. La palabra texto procede del latín «textus» y significa tejido, enlace.
Los textos son una secuencia estructurada, ordenada de enunciados que forman una cadena con sentido global.
Hoy estudiaremos el primer rasgo: la coherencia.
La coherencia
Es la unidad semántica de un texto. En otras palabras, es la conexión necesaria que debe existir entre las ideas que presenta un texto para desarrollar el tema.
Para que un texto resulte coherente, sus ideas deben cumplir tres requisitos o principios.

La progresión del tema (elemento de coherencia)
La progresión temática es el aporte continuado de información nueva referida a un tema que se ha mencionado anteriormente.
