Cultivo en macetas (3)

El manejo que se les dé a las plantas es fundamental para lograr que sean vigorosas y productivas tanto si son ornamentales o de producción hortícola.

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Riego

Cada planta tiene un requerimiento especial, pero no debemos olvidar dos aspectos fundamentales: que en la naturaleza ellas absorben agua de las capas profundas de la tierra, por lo que no les afecta muy rápido la sequía (esto no ocurre en una maceta), y que el exceso de agua es más perjudicial que la sequía, ya que el encharcamiento provoca la pudrición de las raíces, que es un daño irreparable.

Por lo tanto, el riego será de acuerdo a la especie y las condiciones ambientales. Debe cuidarse que el recipiente o maceta tenga un buen drenaje y si necesitamos un suelo húmedo, o la planta no debe recibir agua directamente, podemos colocar otro recipiente externo (un plato o una maceta más grande) en el cual suministrar el agua que será absorbida por las raíces desde abajo.

Abonado

Si la composición del sustrato es buena, la planta no requerirá de un aporte extra muy exigente de nutrientes. Un proceso de aporte rápido y fácil absorción es el humus aplicado directamente en la superficie o bien, en maceración para suministrarlo con el riego una vez al mes. Un buen abono foliar es el macerado de ortiga que mezclado con una decocción de ajo o extracto fermentado de ajenjo pueden ser usados como preventivo contra hongos y para el fortalecimiento de la planta.

Lo importante siempre es recordar que las condiciones dentro de la maceta no son las mismas que en la naturaleza, y que nosotros podemos imitar o superar esas condiciones.

Cambio de maceta

Se hace pasado el invierno o durante la primavera. Se escoge un recipiente más grande —a modo de tener espacio entre el cepellón de raíces y el recipiente— para poder rellenar con tierra nueva y buena.

Primeramente, se extrae la planta de la maceta y se procede a cortar el entramado de raíces de alrededor para así obtener más espacio y, además, estimular el crecimiento de nuevas raíces, facilitando la absorción de agua y nutrientes y, por ende, el crecimiento de la planta.

Con la tierra nueva puede colocarse un poco de cáscara de huevo en polvo, trocitos de carbón vegetal y cascarilla de arroz, para dar mayor esponjosidad y aireación a la tierra.

Actividades

Contesta.

¿Qué debe cuidarse en el riego?

¿Para qué se realiza el cambio de maceta?

¿Qué es más perjudicial?, ¿la sequía o el encharcado?

Fuente

Jantra, H. (1996). Plantas en macetas. Editorial CEAC. España.

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