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Corrección de las aguas
La calidad de las aguas puede verse afectada en tres aspectos: físico, químico y biológico. Los más importantes para el buen desarrollo del cultivo son el aspecto físico y el químico. Generalmente las aguas que usamos para el riego son aguas potables, por lo que se supone no poseen contaminantes biológicos.
Los factores que pueden verse afectados en el aspecto físico son la aireación y la temperatura. En el químico, la presencia de sales de calcio y de magnesio.
¿Cómo corregirlos?
Aspecto físico
Aireación. Los saltos y las cascadas aumentan el nivel de oxigenación de las aguas. Por lo tanto si hacemos que el agua se golpee en su trayecto podemos oxigenarla: si hacemos que caiga desde una altura o si existen obstáculos en su trayecto.
Temperatura. El agua puede ser muy fría o muy caliente en relación con la temperatura del suelo y esto causa un estrés innecesario a las plantas.
- Bajar la temperatura, mantenerla en recipientes adecuados, como tanques.
- Elevar la temperatura. Cuando el agua se saca de pozos artesianos, generalmente está más fría que el suelo. Para calentar el agua podemos construir un calentador solar con botellas plásticas como el inventado por el señor José Alano, en Brasil hace unos años (este calentador también es útil para la casa).
Aspecto químico
Las aguas traen consigo minerales, cuando tienen gran cantidad de sales de calcio y magnesio, se dice que el agua es una agua dura. Esto hace que el suelo pierda sus bondades para el cultivo. Una forma sencilla de corregirla es permitiendo que el agua se golpee en su paso (colocando ramas a través de las cuales pase o haciendo riego por aspersión dejando caer el agua a gran altura para que golpee al caer), de esta manera las sales precipitan separándose del agua.