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Comprobémoslo a partir de este hermoso texto descriptivo de Azorín.
Mi tío Antonio era un hombre escéptico y afable; llevaba una larga y fina cadena de oro que le pasaba y repasaba por el cuello; se ponía unas veces una gorra antigua con dos cintitas detrás, y otras un sombrero hongo, bajo de copa y espaciado de alas...
Era un hombre muy dulce. Cuando se sentaba en la sala, se balanceaba en la mecedora suavemente, tarareando por lo bajo, al par que en el piano tocaban la sinfonía de una vieja ópera... Tenía la cabeza redonda y abultada, con un mostacho romo que le ocultaba la comisura de los labios, con una abundosa papada que caía sobre el cuello bajo y cerrado de la camisa. Yo no sé si mi tío Antonio había pisado alguna vez las universidades; conservo vagos barruntos de que fracasaron unos estudios comenzados. Pero tenía —lo que vale más que todos los títulos— una perspicacia natural, un talento práctico y, sobre todo, una bondad inquebrantable que ha dejado en mis recuerdos una suave estela de ternura.
¿Cómo sonará el mismo texto pero sin los adjetivos?
Para “sentirlo”, leamos esta otra versión desprovista de modificadores calificativos.
Mi tío Antonio era un hombre que llevaba una cadena de oro que le pasaba y repasaba por el cuello; se ponía unas veces una gorra con dos cintitas detrás, y otras un sombrero, bajo de copa y con alas...
Era un hombre que, cuando se sentaba en la sala, se balanceaba suavemente en la mecedora, tarareando por lo bajo, al par que en el piano tocaban la sinfonía de una ópera... Tenía la cabeza con un mostacho que le ocultaba la comisura de los labios y con una papada que caía sobre el cuello de la camisa. Yo no sé si mi tío Antonio había pisado alguna vez las universidades; solo conservo barruntos de que fracasaron unos estudios. Pero tenía —lo que vale más que todos los títulos— una perspicacia, un talento y, sobre todo, una bondad que ha dejado en mis recuerdos una estela de ternura.
A todas luces, sentimos que ha perdido su sabor, su color, su esencia.
Por lo tanto, concluimos que la adjetivación es un recurso expresivo literario de excelso valor semántico.
Entonces, ¿en qué consiste la adjetivación de un texto?
En el uso pertinente y adecuado de adjetivos dentro de determinado contexto, en el cual la adjetivación expresa cualidades o estados de los sustantivos, cuyo significado complementa o clarifica. La adjetivación se presenta cuando en un texto determinado hay abundancia de adjetivos y se realiza simultáneamente en estos tres niveles: morfológico, sintáctico, léxico-semántico.
Lo señalado se percibe principalmente en los textos descriptivos, ya que para decir cómo es algo debemos dar las cualidades externas y a veces internas del objeto que se describe. Un ejemplo claro es el siguiente fragmento de un texto de Juana de Ibarbourou titulado ¡Selva!: “Selva, he aquí una palabra húmeda, verde, fresca, rumorosa, profunda. Cuando uno la pronuncia siente enseguida la sensación del bosque todo afelpado de musgos, runruneante de píos y de roces, lleno de los quitasoles apretados y movibles de las copas de los árboles, bajo los cuales las siestas ardientes son tan dulces y donde es tan grato, tan grato tenderse a soñar”.
La adjetivación puede darse de maneras diferentes, pero siempre supone un añadido de información a un elemento previo. Para entenderla bien, hemos de saber lo que es un adjetivo, y de qué manera puede este relacionarse con el sustantivo o elemento sustantivado al que acompaña.
ACTIVIDAD
1. Con ayuda del diccionario, clarificá los valores semánticos de estos adjetivos y construí sintagmas nominales en los cuales vayan insertos. Agregá más, si querés, otros adjetivos al sustantivo propuesto o adherir a un sustantivo más de un adjetivo presente en esta lista. El género y el número de los ejemplos quedan a tu criterio.
hipócrita – analfabeto – influyente – amable – triste – verde – audaz – sutil – feliz – cortés – hábil – servicial – interesante – egipcio – seco – luminoso – sincero – jovial – anodino – inepto
2. Trabajá ahora con estos adjetivos compuestos. Atendé muy bien cuál es el sustantivo apropiado para cada propuesta.
boquiabierto – sordomudo – pelirrojo – hispanoamericano – ojiverde – rojinegro – malcriado