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Marlene Mereles de González, del Centro Cultural Guavira Poty, ubicado en la exestación del ferrocarril, dijo que la belleza de la vieja edificación es opacada por los animales sueltos que abundan en el sitio.
“Es muy grotesco para la vista de los numerosos visitantes la presencia de estos animales sueltos que, además de ensuciar el jardín, son un peligro”, expresó.
Agregó que con frecuencia los animales dañan la pintura de la histórica estación y que teme que hasta derriben las puertas del caserón donde se guardan varios libros y reliquias.
Señaló que la desidia de los pequeños ganaderos le cuesta caro al centro cultural, pues su organización carece de fondos para el constante mantenimiento.
Igualmente, a diario se observa una gran cantidad de animales sueltos en la zona de Ybytymí sobre la ruta Paraguarí-Villarrica.
La Ley 1880/02 faculta a las municipalidades y a la Policía Nacional a retirar los animales sueltos de las rutas y espacios públicos. La normativa establece el decomiso y el inmediato faenamiento, pero en esta ciudad es “letra muerta”.