Oficio amigable con el ambiente

El reciclado de materiales en desuso se convirtió en una interesante opción laboral y de ingresos económicos para muchas personas, expresó César Ortiz. El artesano lleva más de dos años reciclando cubiertas de automóviles y motocicletas para crear muebles de distintos tamaños y colores.

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ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional). El artesano César Ortiz expuso recientemente en el local de Turista Róga de esta ciudad una colección de sillones y planteras hechas a partir de cubiertas en desuso. Los artículos fueron muy admirados por los visitantes.

Ortiz expresó que si bien en nuestro país todavía no tenemos la tecnología suficiente como para reciclar toda la basura que se produce con neumáticos viejos, la reutilización de estos elementos ayuda a disminuir en algo el impacto en el ambiente. Dijo que la reintegración a la naturaleza es prácticamente imposible, por lo que este trabajo se convierte en un alivio interesante.

Comentó que para hacer un juego de sillones, que comprende cuatro butacas y una mesa central, se utilizan unas 20 cubiertas de automóviles. También llevan algunas cubiertas de motocicletas, empleadas para hacer, por ejemplo, el entramado de las mesas o el respaldo de los sillones, señaló el artesano.

Indicó que la fabricación de un juego de sillones le lleva alrededor de una semana, si trabaja con intensidad. Un juego se puede vender en la suma de G. 800.000, dijo Ortiz.

Añadió que tiene 120 diseños diferentes de juegos de sillones, mesas, portaplanteras, cuchas para mascotas, que el cliente puede elegir. Muchas de las piezas las hace a pedido del comprador, con el objeto de satisfacer la necesidad o el interés de cada uno.

Ortiz recibió formación técnica para el reciclado y está capacitado para enseñar el arte. “Lastimosamente, los programas que se desarrollan para el reciclado hay más de discursos que hechos. Yo en reiteradas veces ofrecí dictar cursos a grupos, en colegios, incluso sin honorarios, pero nunca obtuve una respuesta positiva”, expresó.

“Siempre todos estamos convencidos de la necesidad de reciclar, de cuidar el ambiente, pero a la hora de poner en ejecución no va mucho más allá de las buenas intenciones”, lamentó.

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