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En la inauguración, la bendición estuvo a cargo del párroco local Armando Sotelo, y luego se procedió a la apertura del grifo de agua, lo que fue festejado con aplausos por los pobladores.
Este es un plan que la Secretaría de Acción Social (SAS) inició en 2001, previendo desembolsar unos G. 287 millones para la obra, mientras que a los lugareños se les cobró G. 33 millones, sin que la provisión de agua llegara a concretarse.
A raíz de la necesidad, se insistió ante Senasa; y las autoridades de este ente adjudicaron al Consorcio 2G SRL, del Ing. Alejandro Pérez, la perforación de 150 metros para el pozo artesiano y la construcción de caseta. El costo de la obra es de 1.614 millones de guaraníes, con una contrapartida del 18% por parte de los beneficiarios, de los cuales el 3% (48 millones de guaraníes) ya fue pagado en efectivo y en su totalidad por los lugareños, mientras que la Municipalidad aportó el 15% restante, en este caso a través de mano de obra y colocación de redes de extensión para las familias.
En el 2001, estas familias fueron estafadas con un proyecto que quedó inconcluso. Luego de perforar 16 metros de pozo, se retiraron los técnicos de la empresa Akatí SRL, con la excusa de que era imposible seguir con el trabajo, alegando que era un sector que no contaba con el caudal necesario. Las obras se concretaron después de muchas penurias, engaños y abandono.