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La burguer pizza. Es decir, una hamburguesa envuelta en masa de pizza, con el queso, la salsa de tomates y las rodajas de pepperoni. Se hace la hamburguesa, se forra con pizza y se termina la cocción en el horno. Algunos lugares de comidas rápidas en Estados Unidos ya las ofrecen, tentador, ¿no?
Reciclaje de sándwiches de miga. Si tuvo una fiesta infantil y le sobraron muchos sandwichitos de miga, a alguien se le ocurrió la idea de hacer un pastel. Los ponemos en una pírex enmantecada, cubrimos con un ligue de huevos y leche, un poco más de queso y al horno. Después los servimos como aperitivo del tamaño de un bocado.
La pizza burguer. Este es el caso al revés, la pizza con el agregado de algunas hamburguesitas, como para unir dos antojos en uno. Si no se decide por una cosa o la otra, ¡prepárese las dos!
La sushi torta. Esta rareza es furor en los países árabes, especialmente en el Líbano, donde se ha puesto de moda invitar a comer en las casas con una sushi cake. Se presenta como una torta de cumpleaños, pero su relleno está compuesto por capas de arroz japonés, algas marinas, salmón, camarones, pepino, aguacate y mayonesa de wasabi. En otros casos, la creatividad se vuelve aún más atrevida y se agregan otros ingredientes inspirados en el sushi. Increíble, ¿no?
La brownie pizza. La idea surgió de una marca de preparados instantáneos para brownies (Betty Crocker), y conquistó a las amas de casa estadounidenses. Ahora todos inventan su propia receta, agregando ingredientes por encima de la masa. Solo para valientes.
Arrollado ¡de pizza! Y sí, todo se puede hacer, hasta arrollar una pizza, pero ¿seguiría llamándose pizza? La cuestión es hacer la masa lo más finita posible, ponerle lo de siempre (salsa, queso, jamón, etc.) y enrollar como un pionono. Después cortar y hornear las porciones bien separadas. Quedan como bocaditos, pero más originales.
Galletitas cristal. Para que las galletitas queden así, como con una ventanita transparente, el truco es poner un caramelo en el medio y hornearlas como siempre. ¿Lo sabían?
El huevo buñuelo. Hay muchísimas formas de cocinar los huevos, con cáscara, sin cáscara, con aceite, agua, enteros, batidos… Este es un huevo con forma de buñuelo, más o menos redondo, y dorado por fuera. Se cocina en abundante aceite, y una vez sumergido el huevo, hay que envolver la yema con su clara. Así se consigue un buñuelo dorado y crujiente por fuera, y jugoso en su interior. La receta es de España, y lo sirven dulce o salado ¿la conocían?
Bife con café. Así mismo, como suena, con café. A algunos les parecerá un delirio, pero quienes ya probaron la receta dicen que es increíble. La costra del bife lleva, además de café, pimentón ahumado, pimienta, sal y azúcar, y la receta es tan fácil como mezclar todo y ponerlo sobre el bife antes de hacerlo a la plancha. ¡Habrá que probar!
