Todas las salsas del mundo

Sirven para acompañar los platos y realzar su sabor, textura o aroma. A veces, hasta roban el protagonismo al ingrediente principal. Las salsas se han convertido en indispensables en cualquier cocina. Suaves, picantes, frías, calientes, dulces, agrias; la variedad existente es casi tan amplia como la variedad de platos. En este glosario presentaremos salsas de todo tipo, por orden alfabético y, además de su origen, les daremos las recetas básicas para prepararlas en casa.

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HuancaÍna

Es una de las salsas emblemáticas del Perú. Se prepara con ajíes amarillos y hay múltiples variantes, con ajo, cebolla, queso, leche, entre otros ingredientes. Se sirve para bañar las papas hervidas, pastas y arroz. Su color llamativo, buen sabor y sazón la hacen una salsa ideal para untar tostadas, verduras al horno, huevos duros, carnes a la parrilla, choclos hervidos, mandioca frita y risottos. Se debe tener cuidado de no dejarla mucho tiempo a temperatura ambiente, pues no se conserva bien en el calor del verano.

La receta: 7 ajíes amarillos frescos, sin semillas ni venas; 300 g de queso (ricotta o feta), aceite, 200 cc de leche, 1 cebolla pequeña picada, 1 diente de ajo molido, sal y pimienta. Colocar en la licuadora los ajíes cortados en trozos y licuar con la leche. Saltear cebolla en aceite hasta que esté cocida, agregar el ajo y mezclar. Echar la cebolla a la licuadora junto con el queso fresco cortado en trozos. Licuar. Agregar aceite hasta obtener una salsa cremosa.

Inglesa

Se conoce como salsa inglesa a la Worcestershire o Perrins, aunque originalmente es una salsa de la India. A mediados del siglo XIX, un noble inglés llamado Marcus Sandys fue designado como gobernador de la provincia de Bengal, en la India. En su estadía se topó con una salsa ligeramente picante creada a base de una mezcla de especias y sazonadores que se utilizaba en muchos de los platillos locales de aquel país asiático. Cuando regresó a Inglaterra, Sandys encargó a John Lea y William Perrins, dos químicos destacados, la preparación de la misma salsa para utilizar en su casa y regalar a sus amigos. La popularidad fue tal que los químicos empezaron a fabricarla y comercializarla. Le dieron el nombre de “Worcester Sauce”, por el poblado en el que crearon el producto. Cuando se empezó a enviar a los Estados Unidos, se le cambió el nombre a “Worcestershire Sauce”, lo cual se traduce como “Salsa del Condado de Worcester”. En el momento en que se empezó a comercializar en Latinoamérica se empezó a referir a ella como salsa inglesa, ya que Worcestershire era muy largo y difícil de pronunciar en español. Es por eso que se la conoce como salsa inglesa, aunque de inglesa solo tiene el nombre, porque, en realidad, es originaria de la India. Se produce con una mezcla de diferentes especias provenientes de varias partes del mundo. Lleva también cebolla, ajo, salsa de soja, anchoas, vino, vinagre, melaza, clavo de olor, jarabe de maíz, pimentón, agua y pulpa de tamarindo. Tiene un sabor fuerte a especias, ligeramente picante y ácido. Se usa en marinadas para carnes, como sazonador de guisos, aderezos e, incluso, en algunas bebidas y cócteles.

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