Estado puede ser partícipe de la reinserción de reos

La contratación de reclusos para la prestación de servicios al Estado o a las municipalidades es una de las alternativas para lograr la reinserción laboral de los convictos, con vistas a su rehabilitación y su posterior reinserción a la sociedad. Esta experiencia, vigente en la Argentina, fue compartida con autoridades nacionales por una delegación de activistas penitenciarios del vecino país, cuyos miembros también visitaron cárceles de Asunción y Coronel Oviedo.

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Acompañados del capellán evangélico pastor Ignacio Chamorro, la comitiva integrada por el Dr. Kon Young Park, fundador del Ministerio Libres en Jesús y presidente de la Asociación de Pastores Carcelarios de la Argentina; Susana Bonassisa, asesora del diputado Mario Alfredo Antonuccio; Dr. Roberto Domínguez, Aníbal Suárez, José Nervis, María Esther Portillo y Tatiana Aquino de Miranda visitaron el Poder Judicial la semana pasada.

La comitiva se entrevistó con la jueza de ejecución de sentencia Ana María Llanes, quien les informó acerca el mecanismo establecido por el sistema penal para la ejecución de penas y con quien intercambiaron experiencias en la materia.

Los visitantes comentaron las particularidades del régimen desarrollado en distintas cárceles de su país y que ha sido de gran utilidad para la reinserción de muchas personas a la sociedad.

A modo de ejemplo, destacaron la contratación de reclusos para la realización de obras viales y trabajos a cargo de las municipalidades. Para el efecto, las contrataciones se realizan en el marco de la Ley del Trabajo Penitenciario, que prevé la reserva de un porcentaje del sueldo para la manutención de la familia y la otra, es del reo.

“En estos momentos el municipio de Bahía Blanca les está dando trabajo. Ahí tenemos una cárcel que es la unidad 19 que es una modalidad abierta, semiabierta y el mismo municipio contrata a los internos y son lo que se llaman salidas discontinuas, o sea el interno trabaja y vuelve a dormir a la cárcel y gana su peculio”, comentó Bonassisa.

La salida laboral es otra de las modalidades vigente en el vecino país, según comentó Bonassisa.

“Dentro de distintas unidades de servicio penitenciario bonaerenses tenemos unidades de trabajo, en las cuales en Melchor Romero, los chicos trabajan un lavadero y ganan hasta 2.500 pesos de sueldo”, señaló.

La delegación extranjera se entrevistó además con autoridades del Ministerio de Justicia, visitaron la Penitenciaria Nacional de Tacumbú, la Penitenciaría Regional de Emboscada, el correccional de Mujeres Casa del Buen Pastor y también la cárcel regional de Coronel Oviedo, donde está prevista la creación de un pabellón similar al de Libertad.

Preocupación

“Sabemos que por las leyes internacionales y la Constitución nacional de Argentina y la paraguaya también, las cárceles tienen sentido de existencia en tanto y cuanto sean para la seguridad y para la rehabilitación. Pero para rehabilitar se tiene que dar un tratamiento adecuado y personalizado, el gran problema es que no le podemos dar tratamiento alguno si todavía no tiene el diagnóstico, es decir, si gozamos de la presunción de inocencia ¿qué tratamiento le vamos a dar? Es como tratar de hacer una operación a una persona a la que todavía no se le ha diagnosticado”, indicó a su vez le Dr. Park, al expresar su preocupación por el elevado número de presos sin condena, casi el 90% de la población. “Por lo cual reteniendo demasiado tiempo a una persona que ni siquiera tuvo la primera sentencia, no solamente hace perder el tiempo, sino que le arruina la vida y cuando sale, sale peor”, acotó.

Hoy sigue censo de artesanos en Tacumbú

El Instituto Paraguayo de Artesanía censó a 148 reclusos de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, el miércoles pasado. La jornada, propiciada a través de un convenio entre el IPA y el Ministerio de Justicia, prosigue en la fecha y se estima que se duplicará la cantidad de registros.

Trabajos en cuero, madera y pintura son las principales actividades desarrolladas por los artesanos del penal de Tacumbú, cuya venta constituye una importante fuente de ingreso para su manutención y la de su familia.

“Desde el Instituto Paraguayo de Artesanía nosotros seguiremos brindando apoyo a los artesanos de este lugar porque mediante ello las personas obtienen un ingreso, además de utilizar el tiempo de producción como una terapia ocupacional”, expresó la presidenta del IPA, Esmilce Bobadilla, quien se comprometió a brindar apoyo a los artesanos privados del libertad.

Asimismo, también está prevista una capacitación sobre repujado de cuero, de manera de dotar a los internos de un certificado que avale los trabajos realizados.

Motivados, numerosos internos manifestaron su conformidad con la iniciativa y expresaron su deseo de ser capacitados en distintos oficios.

En el 2014 los internos tuvieron cursos de marroquinería, forrado de termos, repujado de cuero, trabajos de artesanía, carpintería e instalación de puestos de ventas de comidas y productos, entre otros, cuyo desarrollo también están previstos para este año, en los diferentes centros penitenciarios del país.

Marca penitenciaria

El Ministerio de Justicia gestiona la creación de una marca penitenciaria, que identifique a todos los productos elaborados en prisión, tal como en Colombia.

Las personas privadas de libertad de las cárceles de Tacumbú y del Buen Pastor exponen sus trabajos en un stand permanente habilitado en Turista Róga, de la Senatur, ubicado en Palma casi 14 de Mayo.

La actividad laboral es sumamente importante, puesto que la reinserción laboral es fundamental para la reinserción social del exconvicto.

Internas estiman venta de unas mil chipas

Internas del Correccional de Mujeres Casa del Buen Pastor se preparan para vender unas mil chipas en Semana Santa. Las reclusas, que han desarrollado sus aptitudes en prisión a través de capacitaciones a cargo de profesionales del Instituto Gastronómico de las Américas (IGA), se encuentran en plena creación de una miniempresa.

El objetivo es conformar una empresa de servicio de catering y dejar atrás el pasado que determinó su ingreso a la prisión. Para este plan, las fiestas navideñas fueron el marco perfecto para la presentación de sus productos en “sociedad”. El pandulce, en las modalidades simple y especial, fue distribuido masivamente.

Particulares, empresas e instituciones se surtieron del tradicional alimento navideño de las manos de las internas, que lograron incluso remesar una partida a Miami, Estados Unidos, mediante la gestión de la hermana de una de las internas. En la referida época, produjeron 50 kilos por día para poder cumplir con la demanda.

A partir de ahí, las reclusas no pararon más. Comidas saladas, bocaditos, tortas temáticas y hasta servicio de catering para una boda siguieron.

Con la proximidad de la Semana Santa, el menú se volcó a lo más tradicional y según sus estimaciones, esperan vender unas mil chipas.

Cecilia Miranda, directora de Reinserción Social y Bienestar Penitenciario, destacó la apertura de la sociedad en colaborar con las internas en proceso a la reinserción sociolaboral.

Taller de costura

En Buen Pastor también funciona un taller de costura, a cargo de las exreclusas Graciela Villalba y Lucía Sandoval. En un amplio espacio con 36 máquinas del tipo overlock, rectas y doble rectas, más de 20 internas trabajan exhaustivamente para dar abasto a pedidos de particulares e instituciones. Ropa casual, uniformes, vestidos de fiesta y hasta vestido de novia han sido confeccionados en el taller. Un desfile de modas realizado en octubre pasado en el local de la Senatur dio un notable impulso a la actividad, complementada con el trabajo de las artesanas del penal, que aportan bordados en ñandutí, encaje ju y ao po’i a las prendas.

rferre@abc.com.py

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