Alegría

Un retrato, el capó de un automóvil, etiquetas, esculturas, objetos de uso personal y para el hogar. El afamado pintor y escultor Romero Britto se apropia de una diversidad de marcos para expresar su arte neopop.

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Nació en Recife. En octubre cumplirá 50 años y su obra es tan alegre y colorida como el carnaval, símbolo por excelencia de su país natal, Brasil. La temática de Romero Britto es sencilla y con ella expresa esperanza y felicidad. Sus trazos se componen de figuras humanas aniñadas, peces, gatos, osos, flores y corazones, que son parte imprescindible en su obra, por lo cual es criticado por algunos que atribuyen el estilo a su escasa formación, haciendo énfasis en su habilidad comercial.

Proveniente de una familia de nueve hermanos, de muchacho pintaba sobre cartones y periódicos. Expuso por primera vez a los 14 años. Con el tiempo, se instaló en Miami donde vendía sus trabajos en las plazas. Actualmente, tiene allí su galería principal, en la que se sitúan algunas de sus divertidas esculturas. Varias de sus pinturas realizadas en acrílico fueron expuestas en Brasil, EE. UU., China y Francia. Sus retratos y parte de su colección se encuentran en las casas reales europeas y residencias de mandatarios. Entre sus clientes se encuentran el presidente de EE. UU., Barack Obama, Carlos Slim, Roger Federer, así como Madonna –retratada por Britto– y la familia real sueca. El artista también pintó a los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, a la nieta de estos, la infanta Leonor; a los duques de Cambridge, Guillermo y Kate; los príncipes de Mónaco, Alberto y Charlene; la princesa Mary de Dinamarca y a la fallecida princesa de Gales, Diana, como también a la presidenta de su país, Dilma Rousseff.

Diversificación

Este hombre nacido cerca de las costas del Atlántico, en el estado de Pernambuco, hizo campañas publicitarias para bebidas y refrescos mundialmente conocidos, personalizando las etiquetas. Pintó, además, ediciones especiales de marcas de automóviles, una sueca y dos alemanas.

Así, su sello se ha vuelto objeto de deseo. La fama de sus cuadros se extendió a objetos utilitarios y decorativos que cautivan a hombres y mujeres, jóvenes y adultos. La oferta va desde maletas hasta portatarjetas personales, pasando por lámparas, carteras de mano, espejos, copas, portarretratos, almohadones, tazas, ceniceros, esculturas para pequeños espacios y un sinfín de coloridos objetos. También en nuestro país se puede adquirir la colección de Romero Britto.

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