Feminismo y su glosario en redes

El movimiento feminista, cada vez más en auge por la fortaleza de las mujeres y, en parte, por el impulso de las redes sociales, ha dado lugar a todo un vocabulario. Algunos de sus significados puede que todavía sean desconocidos para algunas o algunos, pero se vuelven recurrentes en internet o los círculos activistas.

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En teoría, el significado del feminismo no está muy claro y, aunque el diccionario de la Real Academia Española (RAE) lo define como un “principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre”, otros colectivos indican que es el movimiento o movimientos que luchan porque mujeres y hombres tengan los mismos derechos y oportunidades. Igualdad, dirían algunos. Equidad, matizarían otros. Liberación de la mujer, remarcarían por otro lado...

Dentro del feminismo hay diferentes ramas, distintos caminos para una meta que, a veces, también varía o adquiere matices según la vertiente feminista. Así se han ido formando distintos términos, dando lugar a toda una jerga con la que definir y explicar las cuestiones que abarca el movimiento que dan muchas vueltas por las redes sociales.

Son estas estructuras sociales las que han contribuido enormemente a la expansión de este lenguaje, e incluso a la creación de nuevas palabras o a la evolución de las ya existentes.

Algunos términos son neologismos, otros ya existían, pero adquieren un significado nuevo y particular dentro del feminismo. Por ello, he aquí un pequeño glosario con el que ahondar en los conceptos de este vocabulario en crecimiento.

FEMINISTA: nombre que recibe quien es partícipe del feminismo. El término se extiende a cuestiones relativas a dicho movimiento.

GÉNERO: construcción social en la que se han establecido unos roles concretos y diferenciados para hombres y mujeres, atribuyéndoles una serie de características impuestas. Como dijo Simone de Beauvoir: “No se nace mujer, se llega a serlo”.

Así, la tendencia activista establece una diferencia entre el sexo biológico (macho/hembra) y el género (mujer/hombre/no binarios, etc.), ya que es este último en torno al que se han desarrollado las desigualdades culturales e históricas.

PATRIARCADO: sistema basado en la desigualdad, en el que los hombres ostentan el poder en todas las esferas (política, económica, educativa, social…) y los roles de género son impuestos a la sociedad.

Según el feminismo, la hegemonía de este sistema es la explicación de que, aunque en la teoría exista igualdad en muchos países, el peso histórico y cultural en la práctica siga siendo desigual a favor del hombre.

BRECHA DE GÉNERO: según el Instituto Andaluz de la Mujer de España, la brecha de género es la diferencia entre las tasas masculina y femenina en la categoría de una variable. Por ejemplo, la “brecha salarial” se traduce en que, globalmente, las mujeres ganan menos que los hombres por hacer el mismo trabajo.

TECHO DE CRISTAL: término referido a los obstáculos de carácter sociocultural y relacionados con los roles de género que dificultan el ascenso laboral de las mujeres.

ANDROCENTRISMO: visión del mundo únicamente centrada en el punto de vista masculino. Por ejemplo, el uso de “el hombre” para referirse a la especie humana o el plural masculino en castellano para referirnos a un grupo en el que también hay mujeres. Otro ejemplo podría ser la exclusión de la mujer en la “Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano” de 1789, al no extenderse a ellas esos derechos o la condición de “ciudadanas”.

COSIFICACIÓN: acción de despojar de su condición de sujeto humano a otra persona, convirtiéndola en un objeto pasivo. Por ejemplo, la cosificación sexual en las mujeres.

EMPODERAMIENTO: proceso en el que un individuo o grupo social oprimido se vuelve fuerte. Por ejemplo, mujeres que ganan confianza para visibilizar las desigualdades y tratar de cambiarlas.

SORORIDAD: del latín soror (hermana), término que se refiere a la solidaridad entre mujeres a la hora de apoyarse ante las actitudes machistas, al margen de cómo sea la relación entre ellas fuera de esa cuestión. Desde el feminismo se defiende que las mujeres sean “sororas” entre sí.

DECONSTRUCCIÓN: proceso mediante el que una persona se esfuerza por hacer una evaluación interna en la que identificar y desaprender las actitudes negativas que ha ido adquiriendo a lo largo de su socialización. Por ejemplo, deconstruir el machismo implicaría asumir y eliminar los comportamientos e ideas de este tipo.

EMANCIPACIÓN: liberación respecto a cualquier tipo de subordinación, poder o autoridad. El feminismo se refiere a este proceso para explicar cómo las mujeres han desbloqueado derechos a lo largo de la historia, por ejemplo, el voto femenino.

SLUT-SHAMING: Del inglés slut y shame. Acción de avergonzar o humillar a alguien por ciertos comportamientos sexuales o vestimenta, normalmente a mujeres que muestran su cuerpo o viven su sexualidad de una manera considerada como “poco ortodoxa” o “liberal”. También es una forma de hacer sentir culpables a las víctimas de agresión sexual (por ejemplo, preguntando qué tipo de ropa llevaba, como si eso justificara un delito).

PATERNALISMO: actitud de reproducir los comportamientos de autoridad típicamente asociados al modelo de padre de familia tradicional, en otro tipo de relaciones sociales (laborales, políticas, etc.). Normalmente se justifica su uso en que “es por el bien” de la otra persona, pese a estar limitando su autonomía.

MANSPLEANING: del inglés man y explaining, se refiere a la actitud en la que un hombre piensa que sabe más que una mujer sobre cualquier tema, incluso aunque sea el campo de especialidad de esta última. Normalmente ocurre cuando la temática es considerada socialmente como “masculina”, como, el fútbol o la mecánica.

BROPROPIATING: del inglés brother y appropriation, expresión referida a la situación que se da cuando se atribuye a un hombre el mérito logrado por alguna mujer. Por ejemplo, pese a sus aportes sobre el primer punto de fisión nuclear, Lise Meitner fue excluida del Nobel de Química de 1944 que fue otorgado únicamente a su amigo Otto Hahn.

CULTURA DE LA VIOLACIÓN: término referido a una sociedad en la que, existiendo el problema de las agresiones sexuales, tienen lugar determinadas actitudes o ideas

relativas al género o la sexualidad que las favorecen, normalizan o incluso suscitan.

RADFEM: feminismo radical, entendiendo este último término no como “extremista”, sino como “relativo a la raíz”. El radfem sostiene que no se puede acabar con la opresión y las desigualdades de género sin tumbar el sistema patriarcal que las perpetúa: hay que arrancarlo de raíz. Por ello, la mayoría son “abolicionistas de género”: quieren acabar con esa construcción social a la que consideran una raíz del problema, liberando a la sociedad de esos roles impuestos y desiguales.

LIBFEM: feminismo liberal. Rama feminista de perspectiva individualista que considera que cada mujer tiene en su mano la capacidad de lograr la igualdad mediante sus propias acciones. Sostiene que en el sistema hay desigualdades, pero no necesariamente opresión, por lo que, en lugar de tumbarlo y construirlo desde cero, buscan modificarlo para hacerlo más equitativo.

MARXFEM: también llamado feminismo marxista o feminismo de clase. Sostiene que la base de las desigualdades de género está en el capitalismo y en la división de clases.

INTERSECCIONALIDAD: el término se emplea para explicar que las diferentes desigualdades (de género, clase, etnia, sexualidad…) no son biológicas, sino construidas socialmente y, como tal, están relacionadas. El feminismo interseccional amplía, por tanto, el sujeto político a otras realidades y analiza cómo las distintas formas de opresión interaccionan entre sí.

FEMINAZI: término que se utiliza para insultar a las feministas cuando se las considera “extremistas”, pero cuyo verdadero origen está en el locutor estadounidense Rush Limbaugh, quien lo utilizó para referirse a las proabortistas comparándolas con los nazis.

MACHISMO: la Real Academia Española (RAE) lo define como "forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón".

MICROMACHISMOS: término referido a toda una serie de comportamientos machistas sutiles o tan normalizados que, habitualmente, pasan desapercibidos.

MACHIRULO: referido a los hombres machistas que hacen especial gala de ello incluso enorgulleciéndose. También llamados “señoros”. Otra variante es “comumacho” (por “comunista”), que hace alusión a los machistas específicamente de izquierdas.

ALIENADA: persona oprimida que ha interiorizado el sistema del grupo opresor hasta el punto de compartirlo. Por ejemplo, una mujer que esté en contra de la emancipación femenina. Como dijo Simone de Beauvoir “el opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los oprimidos”.

ALIADO: persona partidaria de acabar con algún tipo de opresión pese a no ser víctima directa de la misma o tener privilegios innatos pertenecientes al grupo opresor.

PURPLEWASHING: del inglés purple y whitewash (por ser el morado el color del feminismo, y whitewash por "blanquear" algo). Este término se utiliza para referirse al conjunto de estrategias con las que una empresa o institución busca hacer un “lavado de imagen” y simular que apoya el feminismo pese a hacerlo solo por marketing.

También se usa para referirse a la actitud de justificar medidas desigualitarias o que generan otro tipo de opresión (racista, xenófoba, lgtbfóba, etc.), escudándose en que benefician a las mujeres o tildando dichas medidas de feministas.

Como dijo la escritora y activista Brigitte Vasallo en una entrevista para El Confidencial: "Es el proceso de instrumentalización de las luchas feministas con la finalidad de legitimar políticas de exclusión".

TERF: del inglés Trans Exclusionary Radical Feminist. Término empleado para referirse a aquellas que, considerándose feministas radicales, excluyen a las mujeres “trans” del feminismo al no reconocerlas como mujeres, negándoles su identidad o argumentando que “perpetúan los estereotipos de género”. Están creciendo en redes sociales, pero también lo hacen las voces críticas que las acusan de transfobia o de purplewashing.

TEST DE BECHDEL: método con el que resaltar la brecha de género en las obras de ficción (películas, libros, etc.), basándose a si cumplen o no la siguiente evaluación:

-1. En la obra debe haber al menos dos personajes femeninos de los que conozcamos su nombre.

-2. Dichos personajes deben mantener una conversación entre sí en algún momento de la obra.

-3. Esa conversación debe tratar de cualquier tema que no involucre a un hombre (y no solo está referido a intereses románticos, sino a cualquier tipo de varón).

Desde el feminismo se señala que una enorme cantidad de obras conocidas no superan el test, mientras que si se cambian los requisitos a dos personajes masculinos que hablen de algo que no esté relacionado con una mujer, esto se cumple en la mayoría de las obras.

La invención de este término se le atribuye a Liz Wallace, amiga de la estadounidense Alison Bechdel, autora de la tira cómica Dykes to Watch Out For, que se desarrolló entre 1983 y 2008, en el que una mujer dice que irá a ver una película “solo si se cumplen esas tres condiciones”.

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