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Con Victoria en brazos y acompañada de su mamá, la cantante Leda Sautu, charlamos con Nicole, una jovencita que, como otros chicos de su edad tentó suerte en el mundo del canto en la tevé. En ese ambiente conoció a su pareja, Víctor Gavilán (29), con quien, después de un flirteo virtual, se puso de novia. A los pocos meses, llegó la noticia del embarazo. Era Victoria, gestándose única e irrepetiblemente. Por supuesto, ser adolescente y quedar embarazada no es una situación sencilla, Nicole lo sabía y estuvo dispuesta a continuar hasta el final. “A pesar de mis 17 años, siempre fui más madura que muchas chicas de mi edad. Víctor solía hablarme de que quería tener hijos y a mí también me gustaba la idea. Por eso cuando me embaracé solo fue algo prematuro, nunca no deseado”. Recordando los pasos de Nicole, ella abrió la cuarta temporada de Yingo con un tema de Lady Gaga. Aunque el reglamento no permitía el ingreso de menores de edad a las preselecciones, accedieron a darle una oportunidad por su responsabilidad, talento y actitud. Fue eliminada en esa temporada, pero la volvieron a convocar para la siguiente (2013), ya con un incremento de salario por parte de la producción. Esta vez la joven abre el programa cantando con su mamá el tema de Shania Twain, Man! I feel like a woman!.
Compromiso
El brillo del espectáculo, las nuevas amistades y sus posibilidades de hacer carrera musical no sedujeron a Nicole; ella decidió retirarse del mundo de la televisión para darle otro sentido a su vida. “Subí como 25 kg, comí de todo, ya bajaré, ahora lo más importante es mi bebé”, asegura.
Después de enterarse que daría a luz, había que enfrentar a los padres. “Mi papá Osvaldo se sorprendió, mi mamá se enojó al principio, pero finalmente los dos estuvieron a mi lado. Sin embargo, en un momento así me pongo en el lugar de las chicas que abortan porque se sienten juzgadas y solas, las entiendo, aunque para mí el aborto no tiene perdón”. De hecho, hubo personas que le sugirieron que abortase: “Me decían ‘un hijo te va a fundir la vida’, ‘muchas cosas no vas a poder hacer’. Yo no me arrepiento, si hoy tengo una hija es con ella con quien voy a madurar”. Para Nicole los padres tienen que apoyar a sus hijos, aunque estos se equivoquen. “A veces los padres no se dan cuenta de que te volvés rebelde, pero es cuando más querés que te corrijan”, expresa. Con su mamá siempre habló de la sexualidad y asegura que el embarazo no vino por desinformación. “Lo mío fue una elección. Y sé que mi decisión fue correcta, Dios da hijos especiales a padres especiales”. Actualmente, vive con su pareja; los dos disfrutan cada instante de su pequeña gran Victoria.
Nace una estrellita
A los dos meses de gestación, el médico dijo: “El bebé tiene una translucencia nucal, puede tener síndrome de Down”. Los futuros papás se quedaron desconcertados, pero siguieron adelante. Efectivamente, Victoria nació con este síndrome. “No fue fácil, no voy a mentirte, mucho tiempo pasábamos callados, no hablábamos del tema. Queríamos esconderlo porque la gente mediocre piensa que es lo peor del mundo”. Nicole solo hablaba del tema con su mamá, quien manejó un silencio de amor y discreción. Luego, llegar hasta la suegra fue un paso más: “Yo le di mucha participación a ella, iba con nosotros al médico, estaba al tanto de todo. Hoy está contentísima, cuando la nena va de visita, es la estrella, hasta los vecinos vienen a mimarla”, cuenta Nicole. Había una probabilidad de que Victoria naciera normal, pero no ocurrió. “El síndrome era un poco extraño porque los dos somos jóvenes; después nos enteramos de que en la familia de Víctor había antecedentes. Pensamos mucho y dijimos: nazca como nazca es nuestra hija y la amamos”. Nicole sabe que este inicio de maternidad fue y será un reto, pero da gracias a Dios por toda la dicha. Agradece también la nota y finaliza contando su mayor deseo para Victoria: “Una sociedad abierta e inteligente, que piense antes de hablar, que reciba amablemente a estos niños que portan un cromosoma más, como bien se dice, el cromosoma del amor”.
Abuela muy joven
Conocida por el grupo The Classics, ahora Leda Sautu es la vocalista de Tribu Sónica. Siempre ocupada entre su profesión y la familia, asume entusiasmada su nuevo rol: “Soy una abuela prematura. Me siento joven para ser abuela y vieja para ser la mamá de un niño de 2 años”, confiesa con su eterna sonrisa. Leda es madre de Nicole (17), Tomás (13), Santiago (9) y Benjamín (2). “Cuando mi hija se embarazó lógicamente me preocupé por ser ella tan joven. Cuando me lo dijo, de los nervios me dio un ataque de risa. Tardé en asimilar la situación, pero después decidí apoyarla incondicionalmente”. Con los años aprendí que cada época es diferente; mis hijos nacieron bien espaciados y eso me ayudó a entender sus tiempos. Hoy lamento haber estado preocupada por el orden de la casa en vez de jugar más con ellos. Por eso, como abuela, aunque no enmiendo el error, pienso de otra manera”.
Texto lperalta@abc.com.py