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Con un desfile, en el marco de la presentación de la colección otoño-invierno 2013 de calzados y accesorios de Carmen Steffens, Carlo Di Doménico lanzó su primer espacio físico en Paraguay, en la tienda de la citada marca de calzados. Trabajador, perseverante y exitoso, con una larga carrera y una extensa lista de mujeres que visten y lucen con orgullo sus prendas, Di Doménico ya puede complacer de manera más directa a sus clientas paraguayas que siempre lo buscan por sus diseños, colores y propuestas únicas.
Carlo Di Doménico es hijo de Mario Arcángel y Clemencia Di Doménico, nació en Mar del Plata, donde cursó sus estudios primarios y secundarios. Tiene dos hermanos: Osvaldo (68) y Olga (+). Se encuentra muy feliz y en pareja desde hace 5 años. Es del signo Leo y se considera una persona sin complicaciones, que se adapta a todo. No tiene preferencia por ninguna fragancia, ya que las mezcla y hace una especial. Valentino encabeza su lista de diseñadores favoritos y George Clooney la de artistas. Cumbres borrascosas forma parte de los libros de cabecera y Marc Anthony es su cantante preferido. Viaja a Europa tres veces por año, y entre sus destinos predilectos figuran Estambul y Uruguay. Tiene 6 tijeras de plata, 2 de oro así como también medallas y distinciones especiales de todo el mundo. Amante de la pasta y el pescado, se define un fanático del color, con un estilo audaz, clásico y muy sexy, “respeto mucho la línea de las mujeres, tengo un estilo muy distinguido”. Le divierte ir al mar y mantiene su figura con dietas y ejercicios diarios.
Desde muy chico inclinó sus preferencias por la moda, ya que su madre era modista y en sus ratos libres aprovechaba para desarrollar su creatividad con restos de tela. A los 21 años viajó a Italia donde hizo varios cursos y al año siguiente logró abrir su primera tienda. Su día a día es normal, por lo general se dedica a sí mismo; va al gimnasio, ve una película y se toma unas horas de descanso. A partir del mediodía empieza a atender en el negocio y casi siempre termina sus jornadas en un cóctel, cenas o algo relacionado con la moda. No posee ningún anhelo especial, reconoce que la vida ha sido muy generosa y que las cosas se fueron dando naturalmente. Por lo pronto piensa seguir trabajando, sin mayores ambiciones, con una propuesta interesante en Dubái, que probablemente no la acepte porque significaría dejar de lado Argentina y el resto de los países.
En Asunción
Hace 16 años que viste a mujeres paraguayas; empezó atendiéndolas en Punta del Este y con el paso de los años logró visitarlas e instalarse en Paraguay. “Para mí es una maravilla haber puesto el pie en Paraguay; las paraguayas tienen un superpelo, muy buenas curvas y buenas lolas; es fantástico vestirlas, es un placer”, acotó. Le gusta mucho la ciudad de San Bernardino, de hecho, tiene muy buenos recuerdos ahí, ya que varios acontecimientos lo llevaron hasta allí, teniendo incluso la oportunidad de vivir en casa de sus clientas en varias ocasiones. Respecto a los eventos de moda que se realizan en nuestro país, refiere que son buenísimos y que el rubro local está muy bien. Para Carlo, las vitrinas de nuestro país están muy cambiadas; “Paraguay en los últimos 16 años estalló, ha crecido un montón”. “Mi expectativa es trabajar y que mis clientas sigan viniendo para que les pueda dar lo mejor de mí. Quiero ser un paraguayo más, me siento muy cómodo en Paraguay, me encanta la gente y no tengo drama de ningún tipo. En general me adapto a todo”, resaltó.
Texto alejandra.viola@abc.com.py
Fotos Rudy Lezcar, Arcenio Acuña