Vejez y autonomía

El envejecimiento no es sinónimo de enfermedad. Bajo esta consigna, el Centro de Día Geriátrico de la Dra. Paola Gómez Boungermini abre sus puertas para ayudar a los adultos de la tercera edad a llevar una vida más saludable sin perder la autonomía.

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Martín Fierro, aquel valeroso gaucho trabajador de las pampas bonaerenses, había dicho, entre sus tantos consejos: “respeten a los ancianos porque el burlarlos no es hazaña”. Amparada en esta máxima, la doctora Paola Gómez Boungermini, especialista en geriatría, brinda su servicio a los adultos mayores desde el Centro de Día Geriátrico que lleva su nombre. Según comentó la galena, es la primera institución de esta característica en nuestro país. “El Centro de Día es un establecimiento de estancia diurna, cuyo principal objetivo es el mantenimiento de la autonomía de los usuarios –porque los llamamos así y no pacientes– durante el mayor tiempo posible; atendemos sus necesidades básicas y promovemos un envejecimiento saludable”, explica la doctora.

La creación del centro es un homenaje de la especialista a su abuela, Mercedes Isabel Grassi, con quien compartió una relación muy estrecha en su niñez. Como signo de retribución por los cuidados que le dedicó su abuelita, Paola decidió crear un instituto dirigido a personas de tercera edad. Para hacer posible su plan, primeramente estudió medicina y, luego se especializó en geriatría en la Universidad Complutense de Madrid, España. Más tarde, viajó a Alemania y cumplió la residencia médica en el Instituto de Biomedicina del Anciano. De nuevo en nuestro país, insuflada de energía, comenzó a trabajar por su tan anhelado sueño: un lugar dedicado a la atención del adulto mayor. “Este centro es mi proyecto de vida. Abrir las puertas del local fue un gran paso, pero no me siento realizada aún; esto recién comienza. Buscamos alcanzar un buen nivel de servicio y crecer en cuanto al tamaño del sitio y a la variedad de terapias. La institución todavía es pequeña y está enfocada en una asistencia bastante personalizada. Calculamos que son 10 a 12 personas que llegan hasta aquí cada semana. Por ahora, no podemos superar ese número por el espacio y porque queremos ofrecer un servicio óptimo”, comenta.

Esta estancia diurna cuenta con un equipo profesional bien variado. Además de la geriatra, se encuentran especialistas en nutrición, fisioterapia y kinesiología, terapia ocupacional, psicopedagogía y enfermería. “Estamos en constante actualización. Tenemos un programa de actividades para la actualización de temas, dirigido solo al equipo de trabajo. Además, está entre nuestros planes ofrecer charlas educativas para los familiares de los ancianos sobre los cuidados y atenciones que se deben tener con una persona de tercera edad”, señala.

Calidad de vida

Un artículo de la BBC de Londres dio a conocer un estudio realizado por la organización HelpAge International sobre el índice global de vigilancia del envejecimiento. La investigación revela que la mejor calidad de vida de los ancianos se encuentra en Suiza y, la peor en Afganistán. En Latinoamérica, Paraguay se encuentra entre los peores lugares para envejecer, ubicándose en el puesto 72, de 90 naciones estudiadas. Con respecto a la situación paraguaya en este ámbito, la doctora Paola Gómez expresa que se necesitan más Centros Geriátricos en nuestro país. Además del centro y su trabajo en el IPS, la profesional también colabora en la Fundación Josefa Brítez, cuya finalidad es la promoción de la salud del adulto mayor. “Desde la organización estamos luchando para mejorar la salud de los ancianos. Este centro es gratuito. Queremos romper con ese pensamiento de que cuando el servicio es gratis, la calidad es mala, como se opina sobre los entes públicos. Aunque sea utópico, estamos procurando por un instituto de calidad. Nuestros abuelos merecen una vida saludable”, sostiene.

La doctora, comenta que observa en los ancianos trastornos afectivos, los cuales se deben ser analizados y combatidos. Otro punto sensible que la profesional señala, es la falta de respeto hacia la autonomía del adulto mayor. “Cuando una persona todavía dispone de movilidad propia y no está diagnosticada con algún deterioro cognitivo, tiene derecho a decidir sobre sí misma y se debe respetar. Este tipo de problemas, que luego afecta el estado emocional, es lo que se nota en los usuarios”, expresa.

Con la ayuda que presta a la gente adulta mayor, la experta busca romper la barrera del miedo a los Centros Geriátricos, ese miedo fundado en la fantasía de relacionarlo con los internados psiquiátricos. “Nosotros buscamos devolver o conservar la autonomía de los abuelitos; queremos que sean independientes”, subraya.

Para la directora del centro, el envejecimiento no es sinónimo de enfermedad, de baja calidad de vida ni de aislamiento social. “Una persona con 60 años tiene la capacidad de desarrollar sus actividades en el ámbito social como todos nosotros. Apartarlos es discriminación”, manifiesta.

EL SERVICIO

El Centro de Día Geriátrico, ubicado en Dr. Emilio Hassler 5453, ofrece sus servicios los lunes, miércoles, viernes y sábados de 07:00 a 12:30. El usuario que llega hasta el local primero pasa por un chequeo médico, luego se realiza un control nutricional y después comienza con las terapias. Métodos modernos son utilizados para los tratamientos individuales y grupales, como por ejemplo, las terapias con Nintendo Wii, que ayudan a mejorar la concentración y la motricidad de la persona.

La profesional subraya que acudir hasta el instituto debe ser por propia decisión del usuario. “Nosotros respetamos la autodeterminación de las personas”, puntualiza.

Para cualquier consulta, pueden comunicarse al (0972) 194-655 o visitar la página del Centro de Día www.cdg.com.py.

Texto  jose.riquelme@abc.com.py

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