“Me enamoré a primera vista”: típica expresión después de ver a un joven musculoso dentro de un auto último modelo, ya que entonces creés haber encontrado el verdadero amor y se producen en vos sensaciones que jamás experimentaste, como si fuera que las águilas están revoloteando en tu estómago.
Las relaciones comienzan de diferentes maneras; puede ser con los mensajes diarios al WhatsApp, después de un baile en la disco, o al charlar con alguien en una fiesta de amigos; pues, cuando te percatás de que el físico de esa persona es interesante y te llama la atención, pensás que te conviene, porque la mayoría de los muchachos y las chicas se guían por lo externo.
¿Realmente quedaron atrás las frases románticas y citas a ciegas que emocionaban y conquistaban a las personas? Quizás ya casi no se tienen en cuenta esos versos que robaban suspiros de amor y anhelos de sentir la verdadera pasión; que hacían pensar a las personas que aquel individuo tan galante era el indicado para ellas.
Por un lado, se dice que las chicas feas tienen más suerte que las bonitas a la hora de encontrar parejas y tal vez sea cierto, por el trato amable, sencillo y comprensivo que ofrecen estas señoritas; y por el otro, los que aseguran que solo las lindas consiguen enamorados perfectos y sofisticados, pero ¿en verdad esas son las leyes que rigen para el amor?
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Son tantas preguntas que no tienen respuestas, pero podemos deducir que todo esto se debe a los cambios que sufren las perspectivas de las personas, ya que se modifican bajo la influencia de la sociedad. El consumismo y la extrema preocupación por la belleza hacen importante y hasta necesario tener a una persona “perfecta” a tu lado e idear la mejor manera de lograr “sentirte bien”, aunque en realidad con la apariencia y el dinero no siempre se obtiene el amor y la felicidad.
Por Desirée Esquivel (18 años)