Con disciplina en las prácticas para lograr el raquetazo ganador

“La vida del tenista es muy disciplinada, también es un deporte sano como cualquier otro y evita que las personas caigan en muchos vicios”, afirma Gustavo Ruiz Díaz (16), quien se inició en el tenis desde muy chico. Participó en el equipo de Copa Davis este año y en varias competencias nacionales e internacionales. Comenta además que desea dedicarse de lleno a las prácticas y convertirse en un buen profesional.

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Gustavo es un joven dedicado enteramente al tenis. Su pasión se inició desde que era niño y sigue latente cada día: “Mi tío me llevó cuando tenía ocho años en el Club Área 1 de CDE. Ahí fue donde empecé y estuve hasta los 12. Me mudé a Asunción para entrenar mejor y prepararme para las competencias. Ahora estoy en la academia Alfredo de Brix”.

Aunque todavía está en el colegio, él ya sabe lo que desea para su futuro. “Lo que voy a seguir en la facultad aún no lo decido, porque pienso dedicarme enteramente al tenis, así como lo estoy haciendo ahora”, relata.

Entre sus logros como deportista, Gustavo destaca su participación en la Copa Sudamericana de tenis. Afirma que fue su mejor experiencia porque ganó buenos partidos y dio lo mejor de sí, la Copa Davis también es uno de sus torneos favoritos. Para él fue un gran mérito competir a corta edad, se siente muy orgulloso de lo que consiguió y de lo que sigue conquistando.

Gustavo, como tenista dedicado, lleva una rutina intensa todos los días. “Voy al colegio de mañana hasta las 10, luego empiezo con mi primera práctica que es hasta el mediodía, después hago entrenamiento físico de 13:30 a 14:30, de ahí comienzo mi segundo partido que es hasta las 17:00 y por último, realizo ejercicios para culminar el día”, comenta.

También explica cómo es la rutina de la persona que elige esta ocupación: “La vida del tenista es muy disciplinada, es una actividad sana que evita que caigas en muchos vicios, así como cualquier otro deporte”, y habla de sus aspiraciones y planes. “Mi meta es llegar a ser un buen profesional y competir en los grandes torneos, de no ser así voy a estudiar mucho para conseguir un buen trabajo”, culmina.

Por Gabriela Vera (18 años)

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