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¿Cuándo comenzó tu pasión por la fotografía?
Empecé a capturar imágenes cuando tenía 12 años y mi pasión por este arte comenzó en el 2011. Mis amigas que tenían cámaras profesionales me enseñaron un poco a utilizarlas y me usaron de modelo.
¿Seguiste alguna vez cursos de fotografía?
Comencé practicando por mi cuenta, buscando blogs en internet para aprender algunas reglas básicas y luego sí tomé cursos de fotografía profesional.
¿Qué tan difícil es obtener una buena foto?
Depende del tipo de imagen que vayas a tomar; no es lo mismo retratar productos que hacer capturas deportivas. Cada cual posee una dificultad diferente porque tienen objetivos distintos. Creo que lo más difícil es transmitir a los demás lo que querés expresar con la fotografía que estás tomando.
¿Qué hay más allá de apretar un simple botón de la cámara?
Los pequeños detalles, como la iluminación, que es lo más importante, o la expresión de la persona a ser fotografiada. Uno tiene que fijarse en todo lo que va a salir en la imagen y esto va desde algo que puede haber en el fondo, que desvíe la atención de tu objeto principal, hasta un pelo fuera de lugar.
¿Qué es lo que más te gusta fotografiar?
Eventos deportivos en general, aunque si tengo que elegir, prefiero los de fútbol y equitación.
¿Creés que se pueden obtener buenas fotos si no tenés una cámara profesional?
Claro que sí. La gente tiene una idea errada de que cuanto más cara es la cámara, mejores son las fotos. Todo depende de cómo uses las herramientas que tenés. Hay fotógrafos que solo hacen capturas con celulares y sus retratos son increíbles. Lo más importante es saber usar la imaginación siempre.