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Junto a estas alteraciones, la persona con esquizofrenia interpreta cuanto sucede a su alrededor, de tal manera que tiende a considerar que existen “intenciones” de hacerle daño o perjudicar a personas importantes para ella.
Estas alucinaciones y los delirios (interpretaciones erradas de los sucesos), además de otros síntomas, como la convicción de que los demás pueden saber lo que él piensa o que él mismo puede adivinar los pensamientos de los demás, o sentir que alguien o algo, desde fuera controla sus pensamientos, emociones y conducta, genera reacciones de defensa contra quienes considera lo están amenazando o atacando.
A diferencia de las personas que están deprimidas y ansiosas que saben de su enfermedad, el paciente con esquizofrenia no sabe que sus percepciones son irreales ni que está equivocado en sus interpretaciones.
Toda esta sintomatología “aflige” al paciente, sobre todo cuando las alucinaciones y los delirios despiertan en él la idea de que está en peligro y evocan reacciones como huida o defensa. ¿Qué conductas puede presentar un paciente que presenta todos estos síntomas? Con emociones como el miedo o la ira, buscará resguardarse de sus supuestos enemigos. Es posible que se encierre en casa, empezará a mostrar desconfianza hacia la mayoría de la gente a su alrededor y la verá como potenciales agresores. Además estará más alerta, más irritable, le costará dormir en las noches, pensando que alguien pudiera aprovechar el momento para hacerle algún daño.
Es posible que ya no acepte alimentos, porque “están envenenados”. Algunos pacientes creen que lo que hacen y dicen es filmado y grabado; incluso que pasan noticias sobre ellos en la televisión y la radio. Saturados por estos síntomas los pacientes pueden “defendiéndose” agredir a terceros o para librarse de un final contra el cual piensan que no tienen salida, atentar contra su propia vida.
Un paciente con esquizofrenia puede tener otros síntomas, como ideas delirantes de contenidos místicos, de grandeza, entre otros. Cuando tiene ideas de tipo místico, suele hablar de poderes de sanación o poderes sobrenaturales.
En tanto, aquellos que manifiestan ideas de grandeza hablan de poder económico o político. Pero, ¿existe tratamiento para estos síntomas? Sí; las alucinaciones y las ideas delirantes son tratadas con medicamentos que se llaman antipsicóticos. Cada uno de estos medicamentos tienen sus propiedades particulares o perfil, presentan diferente potencia, así como también efectos colaterales.
La familia es parte vital del tratamiento y su participación activa mejora el pronóstico. Recuerde que el tratamiento no es el mismo para todos los pacientes con diagnóstico de esquizofrenia. El medicamento es elegido según la sintomatología predominante que presenta el paciente, así como en función al grado de tolerancia al mismo.
Es importante señalar que esta patología se presenta en personas jóvenes (15 a 35 años), variando el pronóstico en función a la edad, así como a otras variables. El paciente con esquizofrenia sufre y junto a él, su familia.
(*) Psiquiatra.
draranda@hotmail.com