Cargando...
El Dr. José Antonio Arias afirma que “entre el 20% y el 30% de las personas, de todas las edades, tienen en algún momento de su vida un trastorno del dormir o del sueño”.
“Hay varios tipos –de trastornos–, pero los signos centrales se refieren a que las personas no duermen la cantidad de tiempo suficiente para reponer sus energías. Esta cantidad varía de acuerdo a la edad de las personas y la falla se puede presentar al inicio del dormir, a la mitad del dormir o con un acortamiento del mismo. En estos casos, se trata de variantes del insomnio que puede deberse a diferentes trastornos o enfermedades mentales, es decir, psiquiátricas o clínicas”.
Indica el profesional que “en otros casos, muy frecuentes en adolescentes, lo que se presenta es lo contrario de la falta, es decir, hay un exceso del dormir, lo que se denomina hipersomnia”.
“Tanto en los insomnios, como en algunas formas de las hipersomnias o excesos del dormir, otro rasgo importante es que las personas tienen más o menos constante sensación de fatiga y, en muchos casos, se encuentra afectada su capacidad de atención, de concentración y de funcionamiento académico y laboral”, informa.
Señala el facultativo además que “es frecuente la irritabilidad que puede o no ser consciente para la persona. En los casos más severos, la irritabilidad, la ansiedad asociada y la caída del rendimiento suelen ser las causas más frecuentes de consulta con los médicos clínicos, psiquiatras o psicólogos”.
“Aunque hay algunas formas especiales de estos trastornos (como la narcolepsia o las pesadillas persistentes), lo más importante cuando las alteraciones del dormir tienden a ser persistentes (es decir duran varios días o semanas) y aparecen algunos de los otros signos y síntomas antes mencionados, conviene consultar con un psiquiatra, psicóloga o médico clínico para iniciar una buena evaluación con un enfoque integral”, apunta.