Inacción de fiscales favorece el tráfico de rollo en Yvyrarobaná

Cada vez es más intenso el tráfico de rollo en el departamento de Canindeyú y la complaciente actitud de los fiscales contra delitos ambientales favorece esta corrupta actividad. Según una denuncia de pobladores de la zona de Yvyrarobaná, a diario cinco camiones circulan repletos de madera de distintas especies, cuyo destino final es Hernandarias, Alto Paraná.

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YVYRAROBANÁ, Dpto. de Canindeyú (Alberto Núñez, corresponsal). El tráfico de rollo no cesa en esta parte de la región, donde los presuntos deforestadores consiguen sin problema guías de traslado de las maderas que son extraídas de la estancia denominada Americana Cue, distante unos 50 kilómetros de Yvyrarobaná.

En esa zona supuestamente un grupo de nativos se encarga de robar y comercializar los troncos. Hasta el momento ningún fiscal contra delitos ambientales intervino en el sitio para frenar la destrucción de bosques.

De acuerdo a la denuncia de pobladores, en forma diaria salen alrededor de cinco camiones repletos de rollos de madera de las especies guatambú, lapacho, yvyrapytã, entre otros. Como ejemplo, un camión de la marca Scania, color rojo, cuyo propietario se desconoce, transportaba en estos días unos 18 troncos de varias especies supuestamente sin la guía correspondiente, según los datos facilitados.

El cargamento tenía como destino final la ciudad de Hernandarias, departamento de Alto Paraná, y su origen sería la estancia Americana Cue, propiedad de colonos brasileños, en litigio con nativos que pretenden quedarse con las tierras.

El chofer se negó a proporcionar datos, pero reveló que cuenta con las guías correspondientes para trasportar rollos, sin especificar el origen. Los lugareños exigen la intervención de los fiscales ambientales.

Actitud cómplice

El fiscal de Curuguaty, Jorge Romero, entregó 68 rollos de madera que se encontraban depositados en diferentes lugares del distrito de Yvy Pytã y Yvyrarobaná, decomisados por el agente Christian Roig en el marco de una investigación sobre tala de árboles en la reserva forestal de la estancia Campo Morombí, propiedad de la familia Riquelme.

Se benefició al conocido rollotraficante de la zona José Valenzuela, alias “José loco”. Romero además liberó maquinarias incautadas cuando realizaban trabajos con rollos de madera que fueron transportados por Valenzuela hasta una propiedad de Naranjito.

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