El 13 de mayo de 1965 marcó un antes y un después en la historia industrial del Paraguay.
Ese día se sirvió la primera Coca-Cola producida en el país, desde la planta de Paraguay Refrescos S.A., conocida como Paresa, ubicada en Asunción en aquellos primeros años.
Desde entonces, la compañía ha sido protagonista de un recorrido de crecimiento sostenido, innovación constante y compromiso con el país, consolidándose como líder del sector de bebidas no alcohólicas y una de las marcas más valoradas por los consumidores paraguayos.
La historia de Coca-Cola Paresa no puede entenderse sin su impacto económico a nivel nacional.
Actualmente, cuenta con una planta embotelladora y ocho centros de distribución en todo el país, respaldados por una flota de más de 330 camiones que aseguran la llegada de sus productos a todos los rincones del territorio.
Su cadena de valor emplea a más de 2.300 personas de forma directa e indirecta, y genera un impacto en más de 27.000 empleos en todo el ecosistema que la rodea.
Además, el 70% de sus insumos proviene de la industria local y el 90% de sus más de mil proveedores son empresas paraguayas.
De sus más de 60.000 clientes, el 75% son pequeños comercios.
La sostenibilidad también forma parte del ADN de Coca-Cola Paresa. Su estrategia ESG se basa en tres pilares fundamentales: el cuidado del agua, el reciclaje y el empoderamiento económico de las comunidades.