Cargando...
La ansiedad es normal en los seres humanos cuando funciona como una alarma natural que se enciende cuando enfrentamos situaciones peligrosas o difíciles. La ansiedad es patológica si dura demasiado, si es muy intensa y frecuente o aparece ante estímulos inofensivos que se perciben erróneamente como peligrosos. Por ejemplo, si un niño, joven o adulto está ansioso no puede estudiar para los exámenes y baja su rendimiento, cuando se aísla de sus pares por miedo a hacer el ridículo. También si los niños rechazan ir al colegio o a campamentos, o a quedarse a dormir en casa de un amigo o participar de actividades extracurriculares por miedo a estar lejos de la casa o sus padres.
Las respuestas de ansiedad se agrupan en tres sistemas:
Síntomas subjetivos, cognitivos o pensamientos
- Piensan en el lado peligroso de las cosas, en todo lo malo que pudiera ocurrir.
- Pensamientos negativos (inferioridad, incapacidad).
- Anticipación de peligro o amenaza.
- Dificultad de concentración.
- Dificultad para la toma de decisiones.
- Sensación general de desorganización o pérdida de control sobre el ambiente.
Síntomas motores u observables
- Paralización motora.
- Movimientos torpes y desorganizados.
- Tartamudeo y otras dificultades de expresión verbal.
Síntomas fisiológicos o corporales
- Cardiovasculares: palpitaciones, pulso rápido, tensión arterial alta, accesos de calor.
- Respiratorios: sensación de sofoco, ahogo, respiración rápida y superficial, opresión torácica.
- Gastrointestinales: nauseas, vómitos, diarrea, molestias digestivas.
- Genitourinarios: orina frecuente, enuresis (no controlar la orina).
- Neurovegetativos: sequedad de boca, sudoración excesiva, mareos.
Lea más: Estrés, ansiedad y depresión

¿Cómo acompañar a una persona con ansiedad?
Algunas sugerencias que podrían ayudarte para ofrecer un apoyo efectivo:
- Escucha activa. Presta atención a lo que la persona está diciendo. A veces, solo hablar sobre sus preocupaciones puede aliviar la ansiedad.
- Valida sus sentimientos. Hazle saber que sus sentimientos son válidos y que no está sola en esto.
- Ofrece tu presencia. A veces, simplemente estar ahí puede ser reconfortante.
- Anima a buscar ayuda profesional. La ansiedad a menudo requiere atención profesional.
- Anima la actividad física. Ayuda a la persona a realizar actividades físicas moderadas, como caminar, correr o practicar yoga.
- Fomenta un estilo de vida saludable. Una dieta equilibrada, un buen descanso y la reducción del consumo de sustancias como la cafeína y el alcohol pueden contribuir a reducir los síntomas ansiosos.
- Sé paciente. La recuperación lleva tiempo. Sé comprensivo y paciente durante el proceso.
- Pregunta cómo puedes ayudar. Pregunta directamente a la persona qué necesita de ti. Cada individuo es único, y lo que ayuda a uno puede no ser lo mismo para otro.
Fuente: RIEGO MEYER, V, RUIZ DÍAZ, N. Y O´HIGGINS, M. Fascículo 5. ABC Curso de salud mental para la formación integral. 2024.