Matilda, de Roald Dahl (1988)
Matilda es una niña muy inteligente que ama los libros. Sus padres no la entienden y su directora es muy estricta, pero ella tiene una maestra amable y un secreto especial. Esta novela muestra la fuerza de la lectura, la amistad y el ingenio. Fue escrita por Roald Dahl en 1988 y sigue encantando a lectores de todo el mundo por su humor y su ternura.
Cómo entrenar a tu dragón, de Cressida Cowell (2003)
Hipo Horrendo Abadejo Tercero es un vikingo que debe entrenar a su dragón, pero nada sale como espera. Con humor y acción, esta historia publicada en 2003 enseña que la inteligencia, la paciencia y la empatía son más fuertes que la fuerza bruta. Perfecta para reír y emocionarse al mismo tiempo.
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El principito, de Antoine de Saint-Exupéry (1943)
Un pequeño príncipe viaja de planeta en planeta y aprende sobre la amistad, el amor y lo importante de «ver con el corazón». Publicado en 1943, es un clásico que combina aventura y poesía en un lenguaje sencillo. Aunque parece un cuento, también hace pensar a niños y adultos sobre lo que realmente vale.
El libro de los chicos extraordinarios, de María Inés Falconi (publicado en los años 2000)
Este libro reúne relatos sobre chicos y chicas que enfrentan situaciones especiales con creatividad y coraje. Con un lenguaje cercano y capítulos ágiles, es ideal para lecturas cortas durante las vacaciones.
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Invita a sentirse identificado y a descubrir lo extraordinario en lo cotidiano.
Pippi Calzaslargas, de Astrid Lindgren (1945)
Pippi es una niña fuerte, libre e ingeniosa que vive sola con su caballo y su mono, y no le teme a nada. Desde 1945, sus aventuras hacen reír y muestran el valor de ser uno mismo. Es una lectura divertida, con situaciones disparatadas y un corazón enorme.
La telaraña de Carlota, de E. B. White (1952)
Wilbur, un cerdito tierno, y Carlota, una araña muy sabia, se hacen amigos en un granero. Publicado en 1952, este libro habla de la amistad, la lealtad y el ciclo de la vida con mucha delicadeza. Su lenguaje claro y sus escenas conmovedoras lo convierten en una gran opción para leer en familia.
Consejos para disfrutar estas lecturas en verano

- Elige un rincón cómodo y con buena luz: puede ser una hamaca, la sombra de un árbol o tu rincón favorito de la casa.
- Lee un capítulo por día: así mantienes la curiosidad y el hábito.
- Habla sobre lo que leíste: comparte con alguien qué te gustó, qué te sorprendió o qué te hizo pensar.
- Alterna entre historias largas y cuentos cortos: así no te cansas y siempre tienes algo nuevo que descubrir.
Este verano, abre un libro y deja que las páginas te lleven de viaje.
Cada historia es una puerta a otra aventura. ¡Felices lecturas!
