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Atendiendo a las acciones en cuanto al cuidado y la prevención de la contaminación de los recursos naturales y principalmente de los ecosistemas acuáticos, la Secretaría del Ambiente, junto con otras instituciones como el Ministerio de Obras Públicas, la Essap, el Gobierno central y los municipios, viene desarrollando acciones a favor de la recuperación del lago Ypacaraí.
El ingeniero David Fariña, director general de Protección y Conservación de los Recursos Hídricos de la Secretaría del Ambiente (Seam), dijo que una serie de instituciones y personas son las que tienen roles y responsabilidades en cuanto al proceso de desarrollo sostenible de los recursos. Actualmente, se realizan charlas y reuniones de concienciación organizadas por la Dirección General de Gestión Ambiental, a través de su Dirección de Educación Ambiental, en municipios e instituciones educativas, para así poder llegar a los docentes y, desde ellos, a los alumnos, para que desde pequeños aprendan a proteger los recursos, según explicó Fariña.
Lo que se pretende es que la educación ambiental entre a formar parte de educación formal impartida en escuelas y colegios, “porque la educación que nosotros estamos haciendo es la educación informal”, dijo el especialista refiriéndose a las charlas. Para lograr esto se viene trabajando en una política de gestión ambiental junto con el Ministerio de Educación y Cultura, donde ya hay un proceso de conversaciones para que se incluya en la malla curricular.
El proceso de la política nacional de la educación ambiental viene desde el punto en que solo en algunos sitios está insertada en la enseñanza, como parte de las Ciencias Naturales. Incluso, las universidades ya cuentan en su currículum algo de gestión ambiental, no así las academias, escuelas y colegios a los que se apunta desde la Seam junto con el MEC.
En cuanto a la contaminación de la cuenca del lago Ypacaraí, se están realizando trabajos coordinados y charlas de concienciación junto “con los municipios de las adyacencias, la Gobernación, los Consejos de Aguas, incluidos los colegios, docentes y estudiantes de instituciones educativas para el manejo adecuado de los residuos sólidos”, expresó.
“Nosotros somos los que producimos los residuos. Si bien los municipios tienen la autoridad de hacer un manejo adecuado de todos los residuos, cómo va a hacer un manejo adecuado si nosotros no hacemos una disposición selectiva de estos en nuestras casas”, reflexionó Fariña. Son puntos básicos que se tocan, pero que a la vez son sumamente importante para la protección de los recursos naturales.
Cuando se arrojan basuras a la vía pública, con la lluvia esos desechos van a parar a los cauces hídricos, “principalmente en el caso de Areguá, que tiene una situación topográfica geomorfológica bastante singular en que el lago (Ypacaraí) está en una zona baja y la ciudad está en una zona alta”, indicó. Dicha condición es propicia para que con las precipitaciones los residuos se deslicen hasta la cuenca o en arroyos que vierten sus aguas en el lago.
Dentro de este punto hay varias cuestiones que se deben tener en cuenta, “primero que se hace una medición del proceso de impacto ambiental donde entran todos los productores; los pequeños productores no entran”, manifestó el ingeniero Fariña. Segundo, que se está queriendo trabajar con otras instituciones para brindar una asistencia técnica a los mismos.
El objetivo es ejecutar labores con los municipios, con las secretarías de Agricultura, en el marco del proceso de Educación Ambiental en cual debería estar también el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) a través de sus direcciones de Extensión Agraria para brindar capacitaciones y asistencia técnica en cuanto al manejo adecuado y conservación de los suelos.
En este sentido, con estos trabajos se podrían reducir bastante los contaminantes “porque la agricultura tiene un aporte importante en cuanto a nitrógeno y fósforo en el lago Ypacaraí”, a través de fertilizantes y productos químicos que son utilizados por estos pequeños productores ubicados en las inmediaciones del mencionado ecosistema acuático.
Las tareas siempre son desarrolladas en un campo de cooperación interinstitucional, porque dentro de las mismas está presente el enfoque de brindar asistencia técnica con la Gobernación y el Ministerio de Agricultura y Ganadería; así también con el Instituto Forestal Nacional (Infona) y otras entidades.
El plan de recuperar el lago Ypacaraí “será un proceso de mediano a largo plazo, no inmediato”, señaló Fariña. Más exigencia existe porque la categoría de dicho espacio hídrico cambió mediante la Ley 5.256/14, que declara como Área Silvestre Protegida de dominio público y privado con la categoría de Reserva de Recursos Manejados al Lago Ypacaraí y el sistema de humedales adyacentes, es decir, ya es catalogada de reserva.
Para una mejor protección contra las fuentes contaminantes, la falta de plantas de saneamiento básico juegan “un factor fundamental en la degradación de los recursos hídricos, porque estamos hablando de las aguas superficiales y subterráneas, pues tenemos una ínfima cobertura”, reconoció.
De acuerdo a estudios realizados, las mayores fuentes de contaminación son las cloacas y las difusas –del sector industrial, poblacional, agrícola y curtiembres– para el combate a estas “estamos trabajando con municipios y Essap con los que hay procesos ya iniciados para la instalación de saneamientos básicos en toda la cuenca”, apuntó.
En la ciudad de Itauguá ya se iniciaron obras en el arroyo Yukyry, uno de los mayores contaminantes del lago, y están en proceso de diseño. “Desde el 2013 en adelante fueron comprometidos más de US$ 500 millones a 600 millones para alcantarillado, dentro de los que hay en proceso de construcción, diseño y licitación”.
Así también, se realiza un constante monitoreo de empresas que aportan contaminación difusa. El Ministerio de Obras Públicas y Comunicación y otras instituciones también están encargadas de la ejecución de monitoreo sobre la cantidad y calidad de agua. Estos controles para las leyes ambientales son de responsabilidad administrativa de la Seam y responsabilidad penal del Ministerio Público.