Lucran con la discapacidad

A pesar de recibir millones del Estado para becas a niños con discapacidad de escasos recursos, una organización les cobraba mensualmente a sus padres. Aparecen documentos con firmas que serían falsificadas en las justificaciones.

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“Es un golpe demasiado fuerte para nosotros”, dice el hombre. Durante toda la conversación había conseguido mantener la entereza, a pesar del enojo que cargaba encima como consecuencia de la situación y tratando de mostrar la figura de ser el duro del grupo. Sin embargo, en la despedida, ya cuando contaba que no estaba dispuesto a permitir que utilizaran a su hijo para malversar dinero público, la emoción lo terminó embargando.

Apenas sostuvo quieta la mano y comenzó a sollozar, abrazando a quienes estaban a su alrededor. Este hombre, cuyo nombre permanece en reserva ante el temor de posibles represalias contra él, su familia y sobre todo su hijo, es uno de los padres que detectaron la comisión de supuestas irregularidades por parte de una fundación dedicada al cuidado de niños con discapacidad.

Entre enero de 2015 y agosto de este año, el Centro de Desarrollo Integral para Niños y Adolescentes con Necesidades Educativas Especiales (Cedinane) recibió del Estado paraguayo G. 750 millones (G. 450 millones en todo 2015 y G. 300 en lo que va de este año) en concepto de subsidio para apoyo al trabajo que realizan, de acuerdo a documentos a los que tuvo acceso ABC Color y que constan ante la Contraloría General de la República (CGR) y el Ministerio de Hacienda.

De cara a la elaboración del Presupuesto General de la República para el año 2017, Cedinane solicitó al Parlamento que los G. 450 millones anuales que recibe por parte del Estado pasen a ser más de G. 1.700 millones el año que viene.

De acuerdo a documentos presentados por Cedinane ante el Poder Legislativo, esta es una “asociación sin fines de lucro que se dedica a la atención de personas con autismo y sicosis”. Al frente de la institución se encuentra Viviana Sánchez Bobadilla y como directora de la escuela de la fundación está la colombiana Adriana Bueno de Montoya.

Para justificar el pedido de ampliación de fondos que recibirá por parte del Estado en 2017, la fundación presentó un proyecto en el que detalla una serie de actividades que realizó y que planea establecer el año que viene.

Es aquí donde empiezan los problemas.

De acuerdo a los documentos presentados por Cedinane, la asociación otorgó becas totales y parciales a 100 niños de escasos recursos que acuden diariamente a la misma para recibir tratamientos y formación. Para justificar esto, presentaron una lista de los beneficiarios y los servicios que reciben.

Sin embargo, grande fue la sorpresa de los padres de algunos de los chicos que aparecen como supuestamente becados pero que en realidad deben pagar todos los meses las cuotas de la institución.

Solo para poder inscribirse, los padres deben pagar una matrícula de G. 850.000. En caso de que los niños permanezcan medio día en la institución, la cuota mensual es de G. 650.000; en caso de ser día completo, la suma asciende a G. 850.000. A ello se le suma además G. 550.000 que se debe abonar para pagar a las maestras sombra, profesionales que deben brindar atención personalizada a los niños, a la par que los profesores del cursos. Y también deben abonar G. 100.000 por el transporte escolar.

En resumidas cuentas, los padres deben abonar mensualmente entre G. 1.200.000 y G. 1.500.000. Muchos de ellos son personas de escasos recursos que apenan puede conseguir el dinero, dinero que ya no deberían abonar, según las rendiciones presentadas por el Cedinane ante el Ministerio de Hacienda.

Como si esto fuera poco, en la lista de beneficiarios no son pocos aquellos que en los papeles supuestamente reciben tratamientos que de en realidad nunca recibieron. Es el caso de las terapias ocupacionales o capacitaciones para los padres, que en todo el año participaron apenas de un taller, de acuerdo a versiones a las que tuvimos acceso.

Según los documentos, la institución utiliza el dinero público hasta para el pago de las cuotas de la compra del local en el que funciona actualmente. Aun así, en reiteradas ocasiones, desde la fundación les dijeron a los padres que apenas si podían cumplir con el pago de este compromiso con el dinero que reciben.

En el local, que no cuenta siquiera con patio, más de 100 niños deben convivir diariamente, sin poder siquiera contar con un espacio de esparcimiento para los ratos libres. Hasta remeras que debían haber sido adquiridas con el dinero público fueron pagadas por los padres para el uniforme de sus hijos. De hecho, a principio de cada año, son los propios padres los que deben comprar papel higiénico para proveer a los baños de la institución, baños que se encuentran en situación deplorable.

Por otra parte, la organización no solo recibe dinero público sino también donaciones privadas como de juegos de azar o programas de padrinazgo a los cuales se tuvieron que acoger varios niños que, de hecho, ya estaban becados, por lo menos en papeles.

Los padres deben hasta pagar el aguinaldo de las maestras sombras.

Varias de las personas que deben asistir a los niños no cuentan siquiera con títulos universitarios, sino que son pasantes de alguna universidad en la que representantes de Cedinane se desempeñan como docentes.

Además de la lista de beneficiarios, el Cedinane incluye en sus reportes bimestrales ante el Ministerio de Hacienda fichas de los 100 beneficiarios de las becas que llevan la firmas de los padres de los mismos. Sin embargo, en varios de estos documentos a simple vista se puede notar que las firmas que aparecen en los documentos que son presentados ante la cartera de Estado no coinciden con las firmas de los documentos de identidad de los mismos.

Por otra parte, varios de los niños que aparecen en la lista de beneficiarios en realidad ni siquiera asistirían más a la institución, pero aun así la institución continúa recibiendo dinero estatal para otorgarles becas. Varias madres afirmaron que representantes de la institución les dijeron en más de una ocasión en persona y a través de mensajes que, en caso de no contar con el dinero necesario para pagar las cuotas, debían simplemente acudir a las instituciones públicas o a donde pudieran abonar lo que se les pedía.

Los padres que recibían esta respuesta ante los pedidos de financiamiento de las deudas acumuladas eran varios de los que figuraban como beneficiarios de las becas que supuestamente otorgaba el Cedinane.

Además de las irregularidades que se estarían cometiendo desde Cedinane, a la luz sale nuevamente la total ausencia del Estado a la proveer a un sector desprotegido de la sociedad, como los niños con discapacidad, estructuras necesarias dentro de las instituciones públicas.

Si bien se encuentra ya en vigencia la Ley 5.136, de educación inclusiva, pocas han sido las instituciones educativas públicas que se han adecuado para proveer las condiciones mínimas a los niños con autismo; tampoco existen programas de becas o subsidios para los mismos. Más grave aún es que fundaciones como Cedinane, que reciben dinero estatal para tratar de paliar esa ausencia, no destine completamente a los niños los millones que recibe.

Intentamos conocer la versión de los representantes de Cedinane; sin embargo, sus teléfonos celulares daban apagados u ocupados. 

juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano

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