No próximamente: “Anomalisa”

Esta propuesta animada de Charlie Kaufman y Duke Johnson es una pesadilla existencialista perturbadora a la vez que conmovedora, y a pesar de tener un argumento poco original, es inmensamente única.

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Un hombre blanco de mediana edad sufriendo una crisis existencial durante un viaje de negocios. Lo sé, nunca vimos eso antes en el cine, ¿verdad? En cuestión de clichés, esa trama está ahí mismo, empatada con su contraparte femenina, la de la mujer (blanca, lógicamente) que decide viajar por el mundo para “encontrarse a sí misma”, o algo por el estilo.

Y, sin embargo, Anomalisa logra navegar esas muy recorridas aguas de una forma increíblemente única, mucho más allá del obvio hecho de que está hecha con animación cuadro por cuadro en vez de filmada con actores de carne y hueso. No, su peculiaridad va mucho más profundo, como la incisiva mirada que hace en la cabeza de su personaje protagonista, obligando al espectador a mirar también hacia adentro.

Michael Stone (David Thewlis), un autor de libros sobre productividad laboral a quien conocemos en un avión camino a Cincinatti, donde tiene que hablar en una conferencia, vive una existencia informada por vagos sentimientos de culpa y horriblemente concretos sentimientos de aburrimiento. Mientras aterriza, relee una carta empapada de dolor que una antigua pareja suya le escribió diez años atrás, cuando la había abandonado en esa misma ciudad.

Michael sufre lo que bien podría ser una de las maldiciones más horribles que recuerdo haberme encontrado en una historia de ficción. No estoy hablando de una maldición en el sentido literario, lógicamente; dudo mucho que Michael haya perturbado la tumba de alguna momia o nada. Su maldición es figurativa, metafórica, pero presentada de una forma que no puede evitar resultar inquietante. Desde su punto de vista crecientemente desconectado de la realidad, todo el mundo, todas las personas a su alrededor, tienen el mismo rostro y la misma voz masculina genérica. Escucha esa voz en el hombre sentado a su lado en el avión, en la mujer que lo reconoce en el lobby de su hotel, e incluso saliendo del teléfono mientras tiene una conversación con su esposa y su hijo.

Más allá del sutil pero ineludible horror existencial que plantea esto si se toma como literal, es una fascinante forma de representar la forma de ver el mundo de alguien tan atrapado dentro de sí mismo que simplemente ya no tiene una conexión con el mundo fuera de su propia piel lo suficientemente tenue como para hacer contacto con otros seres humanos. La existencia de Michael es triste a un nivel fundamental.

Es por esto que reacciona tan efusivamente cuando escucha la voz de una mujer... una voz distinta al monótono tono masculino insoportablemente genérico que viene oyendo desde hace quién sabe cuánto. Desesperadamente rastrea la voz hasta otra habitación del hotel, donde encuentra a Lisa (Jennifer Jason Leigh), una insegura y tímida mujer por quien Michael se siente inmediatamente cautivado.

Desde ese punto, Michael es confrontado, de forma refrescantemente poco obvia, con la realidad de quién es, y con el hecho de que la catarsis o la redención en historias como la suya no son cosas garantizadas como en una película. El hecho de que todo esto ocurre no solo en una película, sino en una película animada hecha con marionetas, es un contraste que solo logra reforzar esa idea al mismo tiempo que provee un marco visual adecuado para la crisis interna que vive nuestro protagonista.

La introducción de Lisa pone un contraste enorme con la sombría resignación de Michael. Lisa también vive resignada, sometida por sus inseguridades, pero hay una luminosidad en su persona que la hace casi su opuesto exacto, y todo esto tiene peso a medida que las escenas se van sucediendo y vemos la trayectoria que va tomando Michael.

En lo visual Anomalisa es extraordinaria, con una ambientación y fotografía excelentes y una animación asombrosamente fluida y creíble, lo que se suma a las muy bien logradas actuaciones de Thewlis y Leigh – y Tom Noonan como cada uno de los otros personajes de la película – para crear una historia que atrapa tanto que en algún momento del filme olvidé que estaba viendo lo que seguramente es el fruto de incontables horas e inimaginable paciencia de animadores. Yo simplemente estaba viendo personajes viviendo una historia, y olvidé pensar en lo técnico hasta que la película misma decidió recordarme que estaba mirando marionetas, en una inolvidablemente surreal e inquietante escena.

Por la forma en que está estructurada, no me atrevo a decir mucho más sobre Anomalisa por peligro de revelar cosas que mejor se experimentan por uno mismo. Me limito, pues, a decir que es extraordinaria y debe ser vista.

Es una de esas películas que se quedan con uno y lo siguen, una fuente inagotable de sentimientos encontrados.

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ANOMALISA

Dirigida por Charlie Kaufman y Duke Johnson

Escrita por Charlie Kaufman (basada en una obra teatral de Charlie Kaufman)

Producida por Charlie Kaufman, Duke JohnsonDino Stamatopoulos y Rosa Tran

Edición por Garret Elkins

Dirección de fotografía por Joe Passarelli

Banda sonora compuesta por Carter Burwell

Elenco: David Thewlis, Jennifer Jason Leigh y Tom Noonan

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