Corto español sobre la herida del abandono y el miedo al amor opta a Oso de la Berlinale

Elena Garuz Berlín, 20 feb (EFE).- La española Lucía G. Romero regresa este jueves a la Berlinale con "Casi septiembre", filme en el que explora el miedo al amor, a la intimidad y al compromiso, así como el tema de la herida del abandono, según explica la realizadora en entrevista con EFE, y con el que opta al Oso de Oro al mejor cortometraje.

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La película cuenta la historia de Alejandra, una joven que vive con su madre y sus hermanas pequeñas de forma precaria en un camping junto al mar.

Su vida cotidiana se caracteriza por la rutina, pero con el verano llegan los turistas y las oportunidades de iniciar relaciones, aunque siempre pasajeras.

No obstante, todo cambia cuando conoce a Amara, una joven de ciudad, que le despierta sentimientos que lleva años reprimiendo y que le hará enfrentarse a su miedo al abandono y a replantearse los límites que se ha impuesto a sí misma.

"El personaje, ya por su bagaje familiar, que se ve en el corto, ya tiene como una tendencia a tener un cierto miedo a la intimidad, al compromiso", señala la cineasta, al referirse al contexto familiar de Alejandra, donde ninguna de las dos figuras, ni la materna, ni la paterna, tiene una presencia muy estable en su vida.

En el filme, el padre ni aparece, y la madre, sí, pero un poco negligente tanto con ella como con sus hermanas, señala.

Poner en riesgo el corazón

El escenario en el que ella vive se presta además, justamente, a conexiones temporales y "a no tener que hacer el esfuerzo para pasar por la incomodidad de abrirte emocionalmente y de poner en riesgo tu corazón", añade.

"Al final, es eso. Cuando apuestas por algo o por alguien, es bonito, pero también tienes que convivir con ese miedo de que eso pueda salir mal", señala.

En ese sentido, le pareció interesante poner a Alejandra "entre las cuerdas" y plantear con Amara un personaje que "tiene una visión y una manera de ver las cosas que la confronta con lo que ella tiene aún por aprender".

Así, la conexión que construyen las dos jóvenes es "demasiado buena como para dejarla ir sin ningún motivo aparente, más que el propio miedo", indica.

La herida del abandono

Uno de los temas que aborda la realizadora en su corto es la herida del abandono, que en Alejandra se refleja en esa necesidad de escapar, que viene de esa ambivalencia y de ese miedo, porque la evidencia que tiene sobre el amor y sobre las relaciones es que o son inestables o hacen daño, explica Romero.

Para la cineasta, en las historias muchas veces se juzga al personaje, pero no se explora de dónde viene esa necesidad todo el rato de escapar y, en ese sentido, ha querido intentar en su filme que si un espectador no empatiza con esta herida, pueda como mínimo comprender por qué o cómo se da.

Por otra parte, con la responsabilidad que muestra hacia sus hermanas, "intenta un poco suplir esa ausencia de la madre ella misma " y es "una manera de compensar la falta que ella sí ha tenido", porque ella no ha tenido un hermando mayor que se ocupara de ella.

Ese proceso de adultificación, en el que Alejandra ejerce ese rol de madre y muestra su parte más tierna y cuidadora, también permite entender al personaje, que no es simplemente "incapaz de querer", sino que "lo hace con mucho miedo y lo hace a su manera", subraya.

Para la cineasta es su segunda participación en la Berlinale, después de que en la pasada edición se alzara con el Oso de Cristal al mejor cortometraje dentro de la categoría Generation 14plus, dedicado al cine juvenil, con su filme "Cura sana".

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