Daniel Day-Lewis, una apuesta segura

Daniel Day-Lewis, considerado por muchos el mejor actor vivo, ganará, según todos los pronósticos, el Oscar a la mejor interpretación protagonista en la 85ª edición por encarnar a Abraham Lincoln en el filme “Lincoln”.

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Un resultado diferente en esa categoría sería la gran sorpresa de la ceremonia.

En caso de lograr el premio, Day-Lewis entraría a formar parte del exclusivo grupo de actores que a lo largo de su carrera ha ganado tres Oscar de actuación; tal es el caso de Meryl Streep, Jack Nicholson, Walter Brennan o Ingrid Bergman, y se quedaría a una del récord de cuatro estatuillas logradas por Katharine Hepburn.

Day-Lewis ya consiguió el galardón por “Petróleo Sangriento” y “Mi Pie Izquierdo”, ambos como protagonista, y en vista de todos los reconocimientos cosechados en la temporada de premios este año el Oscar por “Lincoln” lo tiene garantizado.

El actor fue vencedor en los Globos de Oro, los SAG del sindicato de actores, los Critics' Choice Awards, los BAFTA, así como en numerosos premios de asociaciones de críticos en EE.UU.

Con “Lincoln”, el británico pone voz y rostro a una de las figuras más emblemáticas de la historia de EE.UU. por ser el promotor del fin de la esclavitud, una posición que le costó la vida.

Denzel Washington es el actor afroamericano más laureado en la historia de los Oscar con dos estatuillas en categorías interpretativas, “Gloria” y “Día de Entrenamiento”, por delante de artistas como Sidney Poitier, quien ostenta también un par de galardones, aunque uno de ellos de carácter honorario.

Washington es también el afroamericano con mayor número de nominaciones de actuación, un total de seis, la última recibida en enero por su heroico piloto con problemas de alcoholismo en “El Vuelo”, un personaje que le volvió a poner en la lucha por el Óscar 11 años después de “Día de Entrenamiento”, aunque ha tenido la mala suerte de tener como competidor al “Lincoln” de Daniel Day-Lewis.

“El Vuelo”, dirigida por Robert Zemeckis, se enmarca en la etapa de papeles moralmente más complejos que Washington inauguró, precisamente, con “Día de Entrenamiento”, y que ha proseguido con “Gangster Americano” o “Protegiendo al Enemigo”. Anteriormente, el actor había destacado defendiendo personajes irreprochables, como “Malcolm X”, “Huracán” o “John Q”.

Después de abrirse paso en Hollywood a base de comedias de resaca y “thrillers” hasta convertirse en uno de los actores de moda, Bradley Cooper confirmó en “El Lado Luminoso de la Vida” que tiene madera de Oscar.

Su inestable personaje con problemas mentales le elevó a la categoría de nominado a mejor actor y, según los expertos, el segundo en la carrera por la estatuilla este año, muy lejos de la estela de Day-Lewis, empatado con Hugh Jackman.

Cooper es uno de los protagonistas de la conocida saga “¿Qué Pasó Ayer?”, ha sido parte de “Los Magníficos”, tuvo una mente portentosa en “Sin Límites” y mostró su vena dramática en “The Words”.

Su popularidad le llevó a ser uno de los fijos en producciones corales como “New York, I Love You” y “Día de los Enamorados”.

El caso de Jackman guarda muchas similitudes con el de Cooper. Este australiano ha tenido en el cine una carrera más física que dramática.

Su porte le ha llevado a ser fiero cazador de vampiros, mutante y vaquero a la antigua usanza, unos papeles que alternó con algunos “thrillers”, dramas y comedias en los que demostró una versatilidad que coronó con el musical “Los Miserables”.

Aunque había hecho musicales en su tierra natal, Jackman enseñó al mundo su capacidad para bailar, cantar e interpretar cuando se encargó de presentar la ceremonia de los Oscar de 2009 en la que realizó un número introductorio en el que hizo su particular versión casera y cantada de los filmes nominados.

El vídeo de ese acto de casi 8 minutos ha sido visto más de 5 millones de veces en Youtube.

Una curiosidad: Jackman contó en aquella gala con la ayuda de Anne Hathaway, ambos se volvieron a encontrar en “Los Miserables” y ambos terminaron nominados por su trabajo en esa adaptación musical de la famosa novela del escritor francés Victor Hugo.

El imprevisible Joaquin Phoenix resultó nominado al Oscar por tercera vez gracias a su trabajo en “The Master”, cinta en la que interpreta a un soldado de marina que regresa de la Segunda Guerra Mundial con síndrome postraumático y que encuentra acomodo en una secta donde queda prendado del magnetismo de su líder.

Un estilo de personaje trastornado que Phoenix domina y con el que ya convenció a los miembros de la Academia de Hollywood en dos ocasiones anteriores: por su versión de Johnny Cash ("Walk The Line") y como el emperador romano Commodus ("Gladiador"), filmes por los que obtuvo sus anteriores candidaturas a la estatuilla.

La querencia de Phoenix por ese tipo de papeles le llevó a la extravagancia de fingir durante meses que dejaba de actuar para dedicarse a la canción con el fin de dar verosimilitud al falso documental “I'm Still Here” que dirigía su amigo Casey Affleck.

La presencia de Phoenix en la ceremonia sería, sin duda, una sorpresa después de sus comentarios el pasado octubre en los que calificaba esos premios como “mierda” y la “cosa más estúpida del mundo” por enfrentar artistas en una competición. “No quiero ser parte de esto”, dijo.

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