En esa categoría Oldman tiene como contrincantes a Timothée Chalamet, Daniel Day-Lewis, Daniel Kaluuya y Denzel Washington.
Oldman no ha dejado títere con cabeza durante la temporada de premios y se ha alzado con el Globo de Oro y el galardón del Sindicato de Actores de EE.UU., entre otros. La estatuilla sería justo reconocimiento a un intérprete que ha dado un sinfín de actuaciones memorables durante las últimas tres décadas.
No obstante, la memorable interpretación del joven Chalamet y la despedida de Day-Lewis como actor podrían atragantar la velada para el londinense si es que los académicos deciden arriesgar en vez de decantarse por el gran favorito en todas las apuestas.
Actores como Albert Finney, Brendan Gleeson, Richard Burton, Timothy Spall, Bob Hoskins e incluso Christian Slater se han puesto en la piel del ex primer ministro británico Winston Churchill, pero Gary Oldman ofrece en Las horas más oscuras el retrato definitivo del icónico político a pesar de las capas de maquillaje y mostrando todo su talento sin caer en la mera imitación.
Es su segunda nominación como mejor actor (la anterior fue por El Topo en 2011), aunque hay quien se sorprende de que no recibiera candidaturas por trabajos como Sid and Nancy, Rosencrantz & Guildenstern Are Dead, State of Grace o Immortal Beloved.
En caso de victoria para Oldman, Churchill se convertiría en el segundo miembro de la clase política británica interpretado en el cine con un Óscar. La victoria anterior fue para la encarnación de Benjamin Disraeli a cargo de George Arliss.
Timothée Chalamet (Call Me By Your Name) es el tercer actor más joven de la historia en conseguir una nominación en esta categoría, solo superado por Jackie Cooper (9 años en Skippy, 1931) y Mickey Rooney (19 años en Babes in Arms, 1939).
Chalamet, inmenso en su papel del joven Elio, encontrando el amor adolescente -y homosexual- durante un verano en Italia, podría ser el ganador más joven de la historia a sus 22 años, con lo que superaría a Adrien Brody, que obtuvo el Óscar por El Pianista (2002) con 29. No cabe duda de que el joven intérprete está viviendo el despegue de una carrera que promete ser apasionante.
Hasta ahora el público conocía su trabajo por la serie Homeland y un pequeño papel en Interestelar, aunque en 2017 llamó a las puertas de Hollywood con su doble aparición en Call Me By Your Name y Lady Bird, otra cinta con pedigrí de Óscar.
Muchos consideran a Daniel Day-Lewis el mejor actor de su generación y uno de los mejores de la historia. Con tres Óscar en su haber -récord en la categoría de mejor actor, por Mi Pie Izquierdo, Petróleo Sangriento y Lincoln -, aspira ahora a igualar las cuatro estatuillas doradas que posee Katharine Hepburn, récord absoluto para un intérprete.
Para el británico es su sexta nominación como mejor actor, la misma cifra que posee Denzel Washington. En la historia solo ha habido nueve actores más con seis candidaturas o más en ese campo: Laurence Olivier, Spencer Tracy, Paul Newman, Jack Nicholson, Peter O'Toole, Marlon Brando, Dustin Hoffman, Jack Lemmon y Richard Burton.
“Daniel Day-Lewis no trabajará más como actor”, fue el comunicado con el que su publicista, Leslee Dart, sorprendió a toda la industria el pasado mes de junio. “Esta es una decisión personal y ni él ni sus representantes harán más comentarios al respecto”, añadió.
Y así, sin más aspavientos, desapareció, aunque sus más íntimos colaboradores sueñan con ser capaces de convencerle para un regreso cuando llegue el momento adecuado.
A sus 28 años, Kaluuya cabalga la ola del éxito con el inesperado triunfo de Huye, el filme que le ha deparado su primera nominación al Óscar, mientras ve cómo su momento se extiende con el incendio provocado en taquilla por Pantera Negra, la última propuesta de Marvel, todo un canto a favor de la diversidad en la gran pantalla.
Kaluuya, británico de origen ugandés, podría convertirse en el quinto artista negro de la historia en alzarse con el Óscar al mejor actor. Los anteriores fueron Sidney Poitier (Lilies of the Field), Denzel Washington (Día de Entrenamiento), Jamie Foxx (Ray) y Forest Whitaker (El Último Rey de Escocia).
Nada mal para un actor que en realidad siempre soñó con ser futbolista profesional para tratar de controlar de cierta manera su hiperactividad. Sin embargo, han sido el autocontrol y el sosiego de sus interpretaciones en Huye y en la serie Black Mirror las cualidades que le han catapultado a la fama.
Todos contaban con la presencia de James Franco (The Disaster Artist) en esta lista, tal y como ocurrió en los premios del Sindicato de Actores de EE.UU., pero tras haber sido acusado de acoso sexual por varias mujeres, esa polémica abrió hueco a Denzel Washington, que suma así su sexta nominación como mejor actor y la novena en total.
Ganador de la estatuilla por Glory (1989) y Día de Entrenamiento (2001), nadie espera que el intérprete dé la sorpresa en esta ocasión. De hecho, el propio actor ha reconocido que se siente satisfecho únicamente con poder representar a su película, Roman J. Israel, Esq., que no logró entrar en otras categorías de los premios de la Academia.
En el filme, Washington encarna a un abogado idealista cuya vida se ve afectada por la muerte de su mentor, un icono en la lucha por los derechos civiles. La película, que se estrenó en noviembre en EE.UU., apenas ha recaudado 12 millones de dólares en el país.