Inspirada en el inquietante relato “Berenice” de Edgar Allan Poe, esta nueva propuesta escénica dirigida por Karina Lucarelli apuesta por una fusión de lenguajes para abordar temas como la obsesión, la memoria y la fragmentación del alma humana. A través de una narrativa cargada de tensión y simbolismo, la obra sumerge al espectador en un universo gótico donde la razón se desdibuja frente al deseo y la locura.
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Con actuaciones de Hugo Matto y Giuli Lucarelli, la puesta desplegará una experiencia sensorial en la que el teatro dialoga con la música en vivo y las artes visuales. La escena se transformará así en un espacio expandido que trasciende las convenciones del escenario tradicional, apostando por una estética oscura, introspectiva y perturbadora, fiel al espíritu de Poe.
La historia gira en torno a la figura de Alan, quien desarrolla una obsesión enfermiza hacia su prima Berenice. Lo que comienza como una admiración silenciosa se convierte en un descenso hacia la alienación, culminando en un acto de horror. Este relato, que condensa muchas de las obsesiones del autor estadounidense, es reconfigurado aquí desde una mirada contemporánea, con énfasis en lo emocional, lo simbólico y lo corporal.
“El arte es el soporte emocional de la sociedad. La cultura es identidad. El arte tiene el poder de sostener en el tiempo aquellas voces que alguna vez incomodaron, denunciaron, despertaron”, expresa la directora Karina Lucarelli. Para ella, revisitar una obra que en su tiempo fue considerada perturbadora es también un acto político: una forma de amplificar su eco y devolverle su potencia original.
“Berenice” propone así no solo una experiencia estética, sino una invitación a sentir y pensar desde otros ángulos. Es también un homenaje al legado literario de Poe, cuya vigencia se mantiene en cada nueva lectura o reinterpretación.