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Emily Hug De Belmont lleva el baile en la venas. Practica danza desde sus escasos 2 años y, desde allí, fue mutando de academia en academia hasta llegar a las manos del coreógrafo y docente Miguel Bonnín.
Tras una serie de audiciones -de las cuales resultó victoriosa-, logró viajar hasta Nueva York para crecer en formación. En una pausa de sus estudios fue con su madre hasta el Central Park para tomarse fotografías para su álbum personal. No pasó mucho tiempo para que artistas, fotógrafos y turistas se acercaran a la paraguaya para retratarla. “Fue una experiencia única... Había nenas chiquitas que pensaban que era un personaje, se sacaban fotos conmigo ¡y un turista hasta me dio 5 dólares!”, revela, entre risas.
Esta mañana amaneció con la sorpresa de ver publicada sus fotos en un portal dedicado a las artes y los deportes de “la ciudad que nunca duerme”. “¡Fue una sorpresa inexplicable!”, exclama, sobre la experiencia.
El sitio New York City Arts And Sports publicó este miércoles: “Los bailarines son, por lejos, algunos de los atletas más superiores del mundo. Combinan el arte y la habilidad en una expresión creativa a través de una serie de movimientos que son simplemente impresionantes de contemplar. Los bailarines son atletas que simplemente canalizan su atletismo en un medio artístico. Aquí están algunas imágenes de la bailarina Emily Hug De Belmont en Nueva York”.
Los días en Estados Unidos fueron muy enriquecedores para la joven Emily. Pasó sus horas en un espacio destinado a bailarines de los talleres intensivos del verano boreal. Su rutina diaria iniciaba alrededor de las 6:30 y las clases iniciaban ya para las 9:00. “Terminaba a las 17:00. Al volver, descasábamos un poco y a la noche cenábamos. A las 9 ya teníamos que estar en la cama para estar descansadas al día siguiente”, puntualiza.
Sus planes futuros no se apartan de su arte. “En un futuro espero seguir viajando, no dejar de perfeccionarme y seguir creciendo siempre”.
Para Emily, bailar es mucho “más que un sueño”. “Es sentirse a uno mismo y tener la gracia de poder expresarse a través del movimiento del cuerpo, sin decir ninguna palabra, y lograr que el publico se inspire con lo que vos hacés”.