Noche de teatro latinoamericano en Itauguá

ITAUGUÁ. La obra teatral “Estas nuestras cajas“, basada en problemáticas latinoamericanas, se presentará mañana, a las 20:00, en el Centro Cultural Tejedoras de Ñandutí.

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Los artistas invitan a un público que quiera sorprenderse ante una puesta surrealista. La puesta “Estas nuestras cajas” es dirigida por el profesor Enrique Escobar y las interpretación están a cargo de estudiantes de la Escuela de Teatro de la ciudad de Itauguá.

En la escenografía se presentarán tres cajas y en cada una de ellas se enfoca una problemática regional y latinoamericana. El objetivo de esta obra es trascender y sorprender a través del surrealismo, explicó Escobar.

La primera caja se llama “Juliana en la piel”. Se trata de una adaptación del cuento “Parto en la arena”, de Neida Bonnet-Mendoca, del libro De Polvo y de Viento (1988).

“Esta historia plantea los nudos sociales del patriarcado, su trampa colectiva que revictimiza, ata, azota y mata”, indicó el profesor Escobar. “El no ponerse en la piel de las Julianas, el no preguntar razones y solo juzgar permite seguir con la sutil dominación. Una historia que desconcierta e invita a no estar en la quietud emocional porque es muy fácil juzgar el útero ajeno”, expresó Escobar.

En la segunda caja, “Caminantes”, se representa la creación inspirada en el videoarte Indocumentando (2004) de Edgar Endress y las fotografías de Isabel Muñoz, de la serie La Bestia. Se enfocan las torturas durante la migración, que enfrentan las personas que diariamente cruzan las fronteras. Esta caja es apenas un disparador para la reflexión y el diálogo, de tantas escondidas historias y realidades de los países latinoamericanos.

La tercera caja, “La Eréndira y los vientos”, se basa en el epílogo de la increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada. La verdad es que la Eréndira nunca logró liberarse después del final del cuento. Eso es puro cuento, quien está marcada por los vientos no podrá dejar de deambular por el desierto, comenta el director de la obra.

Los vientos de la desgracia, de los viajes y los paisajes sumados a la voz eterna atormentan a la pobre niña lagarto, niña pájaro, niña luna, a la hechicera de la guajira de 14 años, que hace más de doscientos años sigue corriendo la línea del meridiano, añadió.

El delirio es parte de ese infierno, los harapientos pedazos de su vida la repuebla y cubre su geografía corporal de vieja niña que ella tira a los vientos, sin percatarse de que el mundo es un desierto y para colmo circular, concluyó Escobar.

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